Ven, asómate.
Verás como late en reversa el corazón de alguien que no tiene nada que perder y se esconde un as bajo la manga para ganar cuando las apuestas se cansen.
Acércate, echa un vistazo,
escucha las tripas de alguien que no pudo cambiar el mundo y que se raspa las rodillas de tanto intentarlo.
Mira, ese hueco
escucha las tripas de alguien que no pudo cambiar el mundo y que se raspa las rodillas de tanto intentarlo.
Mira, ese hueco
es el que dejaron los sueños sin cumplir
puedes tocarlo,
puedes tocarlo,
ya no tiene espinas.
Puedes quedarte un rato si quieres,
el silencio que me queda
tiene dos o tres cosas que decirte.
Ven, mírame, dibújame
y luego dime cómo se ve el retrato de un proscrito que sigue jugando a la revolución...
y por lo que más quieras,
no me dibujes corderos
que me harás recordar
que me harás recordar
el planeta que no pude conquistar
por luchar en batallas perdidas.
por luchar en batallas perdidas.
® 2018, Andrés Castuera-Micher.