De cuando solía soñar
me queda esa tarde
en la estación del viejo tranvía,
haciéndome viejo,
sintiéndome tranvía
pensando que vendrías...
De cuando solía soñar...
me queda tu imagen
esperando bajo la lluvia
con besos mojados,
de dos extraños que solían encontrarse sin estarse buscando,
me quedan esas locuras
y las promesas
que se rompieron antes de hacerse...
de cuando solía soñar...
me queda...
De cuando solía soñar
me queda tu vestido azul
recargado en la pared
cubriendo tu cuerpo
recargado en mi imaginación
en la que el vestido azul se quedaba hecho un idiota mirándonos...
en medio de todos...
amándonos por lo que nos quedara de instante...
me queda...
ese vestido azul...
esa pared...
tus manos...
mis manos...
y el silencio,
aunque ganó,
ese no cupo en el sueño.
De cuando solía soñar
me quedan tus promesas escritas con agua de lluvia
en tus ojos mojados con lluvia de recuerdos...
De cuando solía soñar
me queda la certeza de que nunca pude tocarte....
De cuando solía soñar
me quedan esos sueños que nacen muertos,
en los que me quieres, por ejemplo.
®Andrés Castuera-Micher
Publicado en el libro "Del desamor y otras formas de morir"
2º Edición, Edición de Autor (México, 2012)
Ilustración:
® Roberto Carlos Andrade Jijena / "Damaura"
Dibujo a lápiz carbón 21 x 30cm · 2006
http://www.bolivianet.com/arte/robertoandrade/
Si que es un aforma de morir, de desamor. Triste historia que se queda bien dices, arañando las entrañas. Sandra
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