como los hermanos que siempre fuimos
como las hermanas que siempre fuimos…
Los gritos indignados
los estudiantes con los puños
que ya no se abren de tanta herida..
Nos tocan el claxon
les preocupa más una calle cerrada que una Patria herida…
Marchamos porque no conocemos otra forma de hacerle el amor a la Patria…
Caminamos porque las calles tienen que saber lo que está pasando...
Marchamos casi todos,
alumnos, maestros, oficinistas, obreros, campesinos, padres, madres, artistas, desempleados… casi todos…
Hay cuarenta y tres que no marchan porque les cortaron las alas
y miles, millones que no marchan porque no creen, porque no quieren creer
porque les enseñaron que marchar no sirve de nada..
Gritamos y marchamos porque le tenemos miedo al miedo…
y el silencio nos causa insomnio…
Porque vivos se los llevaron y vivos los queremos..
Marchamos por ti, por ella, por él…
Marchamos porque pudieron ser mis alumnos
porque pudieron ser mis hijas,
porque pudo ser yo…
Porque soy yo…
y porque mis alumnos están en la calle
y no voy a dejarlos solos
no voy a dejarlas solas...
Gritamos porque nos faltan cuarenta y tres, para empezar…
Marchamos y lloramos
porque en bolsas de plástico llenas de cenizas nos quieren entregar la verdad…
Llevamos puños y consignas..
pero ellos llevan armas y nos disparan..
Marchamos porque después de la tempestad
habrá otra y otra y las que sean necesarias, hasta que la calma sea para todas y todos...
Marchamos y seguimos marchando
porque a esta país ya no se lo lleva ni la chingada…
Nos disparan porque no nos callamos.
Llevan armas porque no saben usar las palabras.
Otra vez las y los universitarios somos el blanco de sus balas...
El país se está pudriendo y lo sabemos, por eso nos disparan...
Ser estudiante es un delito en un país que cultiva la ignorancia...
Nos quieren matar a todos.. nos quieren matar a todos...
Por eso marchamos...
Ellos tienen armas, nosotros ideas...
Las ideas son mucho más peligrosas, pero las balas son inmediatas...
Nos quieren matar, nos quieren matar a todos...
43... 44... 45... 46...
Y la gente contando, contando, contando..
y nada más contando...
Hoy tengo cuarenta cuarenta y tres motivos
para pensar que, en este país,
la juventud es un delito que se paga con la vida…
Podrán disparar a la Raza, pero nunca matarán al Espíritu.
®2014, Andrés Castuera-Micher.