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8/4/09

Desparacetamol


Que le quede claro compañera de ausencia, que le quede claro lo que duele y que le quede claro, porque duele mucho,
 porque duele más de lo que suelen doler las despedidas y porqué esta despedida es más de lo que solía ser lo que solíamos pensar que haríamos juntos. 

 Termine de romperme bien roto el corazón y luego quiero que me diga que se siente y cómo le hago para no hacerlo yo algún día, no vaya yo a romperle el corazón a alguien en pedazos tan pequeños y tan inservibles… 

 Porque duele a su modo, en su lugar específico, duele a su manera, a su estilo en su espacio vacío. 

 Duele en la forma que suelen doler estas cosas que destruyen: sus besos ahora ficticios. 

Duele en su historia, inconclusa y, hay que decirlo, maravillosa. En su manera de irse también duele. 

 Duele en su tiempo y espacio, en su lugar de siempre, ahora de nunca. 

 Duele a la derecha y más aún a la izquierda y del otro lado, duele. 

 Duele en los sueños que hicimos, en las pesadillas que dejó… 

 Duele usted, compañera de ausencia, a su más puro estilo de doler y falta a su manera. 

 Compañera de ausencia esta vez su ausencia duele más que otras veces porque estuvo presente y me dijo cosas que no sé como voy a olvidar y me besó y me abrazó y me dio la certeza de que existía. 

Pero hoy su ausencia es inexplicable e involuntaria, se va porque se va y porque acá no quiere quedarse…

 Nunca estuve listo para que se fuera dos veces y creo que no lo voy a soportar… 

Ya no tomaré el café con usted y me niego a volver a tomarlo sin usted, simple: no tomaré más café… y usted no será mas mi compañera de ausencia… 

 No se despida, ya lo hice yo. No diga nada, no lo dijo a tiempo. 

No venga, ya no estoy, me fui (me lo pidió). 

No me diga que no hubiera funcionado, eso repítalo frente al espejo hasta que se lo crea. Y, por favor, olvide usted esta historia, qué es solo un frustrado intento de ser felices. 

 No me busque porque no va a encontrarme, cómo lo haría si no me pudo ver estando a cinco centímetros de sus ojos. 
 Adiós. Adiós. Adiós y, aunque me muera por decir hasta mañana, hoy solo puedo decir adiós…

©2006, Andrés Castuera-Micher

Publicado en mi libro "Compañera de Ausencia"

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2 comentarios:

  1. Mi queridísimo Primo!
    Como siembre que buen juego de palabras, de situaciones y de momentos. Creo que no lo digo tan seguido como quisiera, pero debería, escribes muy pero muy chingon cabron!
    De verdad que llegas a los huesos aun a los que no estamos en esos zapatos pero que nos lo podemos imaginar!

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  2. Fenomenales palabras Andy, aunque algo triste tu historia pero en definitiva, magnífica y con palabras justas y precisas. Gracias por compartirlo 🙏🏻;-)

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