-¿A dónde vas? -
Me dijiste
-A mi casa - te
dije
-Te acompaño - concluiste.
y por primera vez me contaste tu historia
y me diste las gracias por querer curar tus moretones
y me platicaste del señor que no es tu papá
y de tu mamá y de que te sientes sola…
y entonces saqué una paleta de uva
y te la dí…
-¿Por qué siempre
tomas paletas de uva?
-Porque sabe como tu
boca
-¿A poco mi boca sabe
a uva - Preguntaste mientras lamías esa paleta
y sentí que mi cuerpo no me respondía…
-¿Te gustó ese beso?-
-Mucho…
-¿Nunca te habían dado
un beso, verdad?
-No.
-Eso me gusta…
-¿Por qué? -
pregunté cómo si de verdad importará la respuesta…
Y luego comenzaste a llorar…
y lloraste como cuatro cuadras
y cuando se te acabó la paleta de uva me pediste otra
-ya no traigo . respondí angustiado
-Deberías traer
muchas, que no sabes que tengo muchas ganas de llorar -
… y te dejé sentada en esa maceta
dónde está el árbol grande
dice Marcos que es un helecho
a mi me vale, la vedad es que no pensé que fuera tan grande
nunca me había fijado que era tan tan grande…
te encargué mi mochila…
y la bici roja y yo,
salimos volando
a la tienda
y compré seis paletas de uva
y ya no me alcanzo para siete
porque Don Fer no quiso fiarme cincuenta centavos…
-ten te traje seis
paletas de uva.
-Pero ya no quiero
llorar…
-De todos modos te las
doy para que no estés triste…
-Mejor dame seis
besos…
Fueron seis.
Ni uno más.
Llegó un momento en que ya no sabía cuáles eran tus labios
y cuáles los míos..
Y al final estabas llorando
y yo, otra vez hasta arriba de la nube más alta
y me tomaste la mano
y me pediste que nunca te olvidara
y te dije que sí, que te lo prometía…
-¿Me lo prometes? ¿Me
prometes que no me vas a olvidar? Me preguntaste tomando mi mano y clavando tus ojos en los
míos.
-Te lo prometo.
-¿Me lo juras? -
Insististe apretando mi mano.
- ¿Cuál es la
diferencia? Ya te lo prometí…
- Qué las promesas
duran muchos años, pero los juramentos duran toda la vida…
-Te lo juro - Dije
seguro de que tú ibas a durar toda la vida.
-Entonces sí - Me
dijiste dando un beso en la mejilla.
- Sí, qué.
- Si quiero ser tu
novia, porque no me vas a olvidar…
Y así, con el gran helecho,
la bici roja,
las mochilas y las paletas de uva como testigos,
daban las cuatro y media del día más feliz de mi vida…
daban las cuatro y media del día más feliz de mi vida…
®2013. Andrés Castuera-Micher, Cuaderno de Secundaria.
!Al fin se hicieron novios!
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