Aquí estamos, sobrevivientes de un tiempo que nunca vivimos,
que nos contaron
que nos dibujaron en lo sueños.
Sobrevivientes de una guerra que no peleamos y que perdimos
peleando guerrillas urbanas en los teatros, los bares, las peñas, las calles...
Haciéndole el amor a la Patria con los pies marchando en el asfalto,
gritando consignas que tuvimos que aprender antes que las raíz cuadrada
desgarrándonos la voz aunque nos escuchen sólo dos sordos y cuatro necios
porque somos más necios que aquellos.
Aunque no tengamos una primera plana para gritar
seguimos, no obstante, gritando, cantando, escribiendo y llorando de forma absurda...
Llegamos sin que nadie nos esperará
nos quedamos en el sofá de la cochera
sin sábanas limpias, más bien percudidas de sangre y sudor...
Nos dicen soñadores, nos miran por la espalda
nos amenazan,
no nos quieren aquí
a veces tampoco nos quieren allá
y ahí estamos, incomodando en todos lados
incomodando la comodidad de los sofás con poder
y caminando hasta que se cansen los demás, nosotros no...
Con la garganta cerrada, los pies hinchados
las guitarras frustradas, las plumas en depresión constante y las manos empuñadas
Maldecimos presidentes
sentenciamos corruptos
somos herejes también, cuando dios se involucra en escándalos
abrazamos camaradas,
nos cuidamos la espalda, el corazón, partimos el pan y sembramos trigo.
con la mandíbula trabada pero así gritamos, cantamos nos hacemos fuertes
sin perder esa debilidad que nos puso hombro con otro con los otros, con las otras...
De aquí somos,
de la tierra de los necios
de los campos abandonados
de las calles oscuras, viejas y peligrosas,
de aquí somos...
Somos de cualquier plaza donde nos dejen trabajar
por un peso la canción, por cincuenta centavos el verso
Cambiando acordes y renglones por gritos encabronados...
Dicen que regalamos nuestro trabajo
que lo tiramos a la basura...
No saben que el dinero es para los que lo necesitan
nosotros lo usamos para la tinta, para la tercera cuerda
para el cartón de las pancartas...
Nosotros vivimos con cuarenta pesos, doce centavos
y cientos de oídos
decenas de puños que se cierran
y cada par de pies que toma las calles,
nos da para vivir una semana y media...
Nos han arrojado monedas,
y las levantamos para echarlas a la fuente de los deseos...
Aquí, estamos, de aquí somos...
no nos vamos...
La derecha nos ha condenado
la seudo izquierda nos negó cuando le fue necesario
y en el centro no sabemos estarnos quietos...
Seguimos nadando,
con la brújula nerviosa y excitada
a dónde nos lleve la siguiente canción
a donde el verso indecente nos indique en el mapa...
Somos salmones
nos gusta serlo
no nos queda de otra
y si alguna vez tuvimos otra alternativa,
la hemos olvidado...
Nadamos contra corriente,
pero somos muchos
y seremos más
porque nos cansamos pero no nos rajamos
porque no nos quieren aquí
y de aquí somos...
Hacemos revoluciones
reparamos sueños rotos
curamos desilusiones crónicas
y sublevamos a domicilio...
Somos la cofradía del salmón
de aquí somos,
de aquí no nos vamos
aunque nos lleven...
®2015, Andrés Castuera-Micher, "Rengloens del Cajón"
No hay comentarios:
Publicar un comentario