Es mentira,
no se suspendieron las clases...
Se cerraron las escuelas
porque la lección de hoy era en las calles...
Aprendimos que la Madre Tierra nos va a repetir la lección las veces necesarias hasta que dejemos de olvidarla.
Aprendimos que el 19 de septiembre puede repetirse otro 19 de septiembre.
Un hombre con una sola pierna y dos muletas me enseñó que no hacen falta dos pies para salvar una vida.
Una señora de más de noventa años me dejó claro que la edad y el cansancio no son pretexto cuando alguien más está en desgracia.
Los estudiantes nos han dejado,una vez más, para que lo anotemos de una vez por todas, que tienen lo necesario para tomar la historia entre sus manos...
La Ciudad nos recordó que se puede caer en cualquier minuto, para que dejemos de jugar en los simulacros.
Los más pobres nos dieron una clase de matemáticas esenciales: Donde come uno, comen cuatro.
Aprendimos que el uniforme de los soldados también se mancha de polvo, de lágrimas y de sudor.
Supimos, de buena fuente, que hay un mazo en cada mano dispuesto a golpear sin cansancio la roca hasta llegar a los alientos atrapados antes de que se extingan.
Nos quedó claro que las piedras son muchas, pero que las manos son más.
Se nos reveló que tenemos millones de hermanos y hermanas...
Que no somos egoístas, que sólo estábamos distraídos...
Repasamos por nuestras entrañas, el dolor de las grietas y las varillas vencidas por el peso del concreto cansado.
Descubrimos que el sudor no tiene mal olor, que más bien huele a esperanza.
Aprendimos que debemos sonreír a cualquiera que se cruce en nuestro camino porque nos demostró que es capaz de levantar piedra tras piedra hasta rescatarnos con vida...
Es mentira, no se suspendieron las clases, sólo se cerraron las escuelas,
con el fin de aprender y memorizar los sonidos del silencio...
Esta lección nos recordó que los que tienen el poder, sólo piensan en el poder.
Y, a los adultos, les tatuó una plana en el alma que dice: "A los jóvenes si nos importa lo que está pasando"
Para que repasemos lo que tenemos que sentir derrumbados
para no olvidarlo cuando estemos en pie...
¿Quedó clara la lección?
México, ya puedes abrir las puertas de tus escuelas...
Ahora sí tenemos algo que enseñarle a nuestras niñas y niños.
®Andrés Castuera-Micher
Ciudad de México, 25 de Septiembre de 2017.
Fotografía: Recibida de una mujer de Juchitán Oaxaca que no quiso dar su nombre.
Me dejó sin palabras, qué hermoso.
ResponderEliminarWow. Que bonito. Me encanto. Me emociono
ResponderEliminarQUE HERMOSA REFLEXIÓN, Y EFECTIVAMENTE LA LECCIÓN LA TOMAMOS EN LA CALLES, CON LA POBLACIÓN, ENTRE PARES, COMO MEXICANOS, Y APRENDIMOS MAS DE LO QUE YA SABEMOS.
ResponderEliminarGracias por tan bella reflexión, y gracias a ti por existir..
ResponderEliminarGracias por tus letras. Me llenan el pecho de orgullo y yo que trabajo con niños y niñas debo decirte que haré hasta lo imposible por enseñar el valor de las personas a cada uno de ellos. Un abrazo
ResponderEliminarTú lo has dicho.
ResponderEliminar"Aprendí la lección, aprendí que no hay que ser codicioso con nuestra Madre Tierra ni pedirle nos dé un país que, si nosotros no lo procuramos, jamás existirá y mucho menos, el que tenemos ahora, tampoco sobrevivirá", como siempre, mil gracias por compartirlo Andy, tqm, abrazos ^o^ ;-)
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