Hay quienes dicen saber mucho de ella, a pesar de su corta edad, a pesar de ser aún la incógnita de los ultrasonidos, a pesar de ser una decisión errónea, una traición de las hormonas o un momento de calentura.
En sí, es un preservativo no utilizado por desconocimiento y falta de recursos de la madre, por llamarle así.
Pero Mariana, como habrá de llamarse en siete meses, tiene ya un grupo de defensoras y defensores que han peleado hasta extremos ridículos por una vida que, Mariana, no tiene noción o capacidad para decidir si quiere vivirla o no.
La mamá de Mariana lo tiene muy claro, no es el momento para que nazca, no es la situación ideal, ella tiene catorce años y la falta de información y el exceso de hormonas le llevó al cuarto de ese tipo con el doble de hormonas, casi el doble de edad y la mitad de los recursos de la madre de Mariana que son, ya de por sí, escasos..
Lo tiene muy claro, no quiere una hija, no sabe que es una hija, no la conoce, no la ama, no la quiere, no tiene nada de lo que se necesita para ser madre.
Esta consciente de su irresponsabilidad, le queda claro que la próxima vez tendrá que usar métodos anticonceptivos, pero esas previsiones futuras, producto de la enorme culpa que su familia, escuela y amigos le han hecho sentir, en nada cambia el futuro incierto y precario de Mariana.
Mariana no sabe porqué le defienden tanto, pero esta enterada de que jueces de muy alto nivel, y una cantidad considerable de ciudadanos y ciudadanas han conseguido que el gobierno, al que tanto le preocupan los niños antes de nacer y a los que no les garantiza lo mínimo necesario para sobrevivir después de haber nacido, esa gente ha logrado que Mariana a sus escasos dos meses de concepción tenga derechos y leyes que la protejan.
Mariana tiene ya muchas páginas escritas a su favor...
La madre de Mariana esta confundida, y le duele que si toma la decisión que considera adecuada, irá a la cárcel, será despreciada por la sociedad y considerada una asesina...
Mariana, el cigoto con derechos y protegida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, esta confundida, la defensa de sus derechos, y de lo que han definido como vida, se contrapone con los derechos de su madre, con la vida y libertad de su madre...
Mariana es muy joven, pero tiene ya el poder de meter a la cárcel a su madre...
Lo que no sabe Mariana es que toda esa gente que la ha plagado de derechos como célula, como cigoto, no ha de darle ni un centavo para comer cuando necesite leche, no habrá de comprarle pañales, no le dará a su madre una casa para poder vivir dignamente y tendrán que estar en la misma recámara con los seis hermanos y los que serán sus abuelos...
Mariana es un cigoto con derechos que en siete meses se convertirá en una niña que incrementará las cifras de la pobreza extrema, que no tendrá educación ya que las escuelas están lejos y las que están menos lejos están saturadas y no habrá quien la lleve a la escuela, porque no habrá dinero...
Mariana no tendrá estudios, no tendrá seguro médico, salvo aquel que popularmente le corresponde por decretos parecidos al que le ha dado el derecho a que otros defiendan su vida al margen de su opinión, misma que no puede dar, pero tiene derechos...
La madre de Mariana no tiene derecho a decidir...
Mariana tampoco.. pero su vida se ha decretado legal y obligatoria...
Mariana, el cigoto, quisiera tener la mitad de los derechos que le han sido conferidos cuando en realidad los necesite.
Perdón, Mariana, perdón.
© 2012, Andrés Castuera-Micher
Publicado en mi libro ¿Sabes Algo de Mariana? (2012)
Fotografía de la adaptación teatral realizada en 2016.
Actriz: Paola Moz
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