Me estalló la vida entre las manos.
Mi escritorio quedó
salpicado de momentos
y las frustraciones embarradas en la pared azul-motivo.
Yo no pedí mis pies cansados, pero son tercos y quieren quedarse conmigo.
Me duele el suelo que piso, resultado obvio, de los espacios que no volé.
Los sueños,
de tanto que los postergué
se colgaron del árbol
que tiene el tronco lleno
de corazones con nombres ilegibles.
Los besos que nunca dí,
al final se fueron a la boca
de otro más atrevido y menos cobarde...
Los tres gramos de felicidad
que guardaba para las sonrisas de emergencia,
se derramaron en el té de las ausencias.
El fantasma que solía quitarme el sueño
se quedó dormido,
mi insomnio dejó de entretenerle.
Me estalló, pues,
la vida entre las manos.
Y cuidado con las ramas que salen de mi cerebro partido a la mitad, pueden contener espinas unilaterales y arteras.
®2023, Andrés Castuera-Micher, inédito.
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Qué más puedo decir que no haya dicho ya si cada palabra tuya es poesía pura. Mil gracias por compartirlo Andy (^_-)
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