Una soledad compartida
y leías la historia
y a cada página una pausa
y a cada pausa una lágrima.
Disculpa Liza si lo que he dicho no basta
o si hubiera bastado no decirte nada…
…y es que los secretos solo son para siempre,
solo se perpetúan
cuando los escucha esa persona
al otro lado de la historia…
Que bien huele el café
frente a usted
y de que manera tan discreta los segundo se hacen imperceptibles
y como se goza el aire
y como se goza a usted
y que sabor el de su voz
…dos de azúcar
y cien palabras de misterio
y entonces dijo
y le dije
y callé
y que manera de hablar
la de su silencio….
Ese, su silencio,
que lo dice todo
y que sin decir nada queda callado
mirando
y destiñendo
todos los colores menos el suyo
ese azul carmín
con tono violeta marfil
y sus colores no dicen nada
nada y se lo dejan al silencio
y es que a veces sin saberlo
usted vienen conmigo a estas horas…
® 2005, Andrés Castuera-Micher
De mi libro Liza, Liza, Liza
Adquiere este o cualquiera de mis libros haciendo click aqui
No hay comentarios:
Publicar un comentario