Le han valido una pura y dos con sal mis luchas, mis motivos y me ha tirado los argumentos por la borda.
Se va, pues.
Ya no soporta mi silueta cansada y es que, a ella, no le duele nada, es una sombra de esas que lo dejan tartamudeando a uno.
Renuncia, quiere que me haga a un lado, desea ver al sol de frente, no sabe, ingenua, que será lo último que hará, pero la entiendo,
si yo fuera mi sombra,
me iría de mí, cortaría el hilo taciturno y casi imperceptible que nos une y me largaría,
sin titubear, a ser de alguien con menos sueños y un poco más de piso.
Me ha dicho, sería, enorme, gris y opaca que, entre ella y yo, ya no hay motivos ni contratos.
Se va pues.
Por si un día de verdad ya no me soporta,
por si un día huye mi sombra,
déjenla, no la detengan,
ya sabré yo aprender a estar como el más solo de los solos.
®2023, Andrés Castuera-Micher, de libro inédito "Renglones por si acaso"
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Ah que "sombra" pues que no ha sabido dónde es su lugar, un lugar del qué un día posiblemente se arrepentirá pues ha de pensar que no serás nada sin ella cuando se equivoca.
ResponderEliminarGracias por compartirlo Andy ;-)
POR SI UN DIA HUYE MI SOMBRA.- Nace con nosotros, muchas veces es ignorada por muchos. Andrés, le escribe a ella con su característico y agudo ingenio literario.
ResponderEliminarNos hace reflexionar ante nuestra propia sombra, sí, esa que nos acompaña durante nuestra existencia. No duele, solo se aparece cuando hay luz, quizá por eso la ignoramos. La que a veces crece inmensamente o es tan pequeña que en ocasiones la pisamos, y con suma lealtad, no se queja. Está fielmente para recordarnos nuestra existencia, a la que muchos, muchos me han platicado que le temen.
Tú querido Andrés Castuera-Micher, la hiciste tu confidente. Muchas gracias por compartir.