Por si un día
me encuentran
durmiendo debajo de un puente
con una perra color miel,
con la ropa y el alma echa jirones.
Sepan que hice lo que pude pero no lo logré.
Que la vida no fue tan fácil y que, a veces,
el dolor solo se calma entre mendigos.
Que nadie diga que me di por vencido,
solo me tiré a descansar
dónde nadie puede encontrarme.
Ojalá quede claro que
mi perra estuvo de acuerdo
en este exilio
ya no podía con mi tristeza
ni conmigo.
Bajo este puente
se come frío y poco
pero no se necesita nada.
La ropa sucia, rota y vieja
me viene bien
es de mi talla.
Perdí la batalla
me bajé del ring
me vine con lo que llegué aquel día, cuando soñé por última vez.
Por si alguien me ve tirado
en esta calle,
con esta peluda color miel
no sé la lleven,
es mi pareja de dominó,
mi as en el póker
y sus ojos me ayudan a llorar.
Sigan de largo,
si de casualidad alguien me reconoce: olvídeme.
La perra, por cierto, suele compartir la comida conmigo por las tardes.
®2023, Andrés Castuera-Micher, de libro inédito "Renglones por si acaso"
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Increible , hermoso y tan cierto
ResponderEliminarAy Andrés: Estoy llorando perraMENTE...
ResponderEliminarAy Andrés: Estoy lorando perraMENTE...
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