Dedicado a mi gran amigo y hermano, el cantautor, José María Marti, por su ejemplar lucha y amor a la vida, esa descarada..
Estas
ganas de vivir me están matando
y
es que de vez en cuando
me
sorprendo haciendo tantas preguntas a la vida
sin
querer escuchar las respuestas
y
contestándole tantas preguntas que nunca me haría
que
me dan ganas de vivirla
y
por eso voy a vivir esta vida hasta que me muera…
Y
es que si la vida se pone hoy una falda,
lo
suficientemente corta,
usa
medias negras de esas de rombos
y
se recoge el cabello con una pañoleta rosa
yo
le entrego mi resto
A
veces la vida,
esa descarada
se
suelta el cabello
y
sonríe de una forma tan peculiar
que
le perdono esos días
en
que olvidó decirme lo bella que es
y
lo que vale la pena vivirla…
Y
no es que siempre le de a la vida por tomar el té conmigo..
a
veces me desconoce
no
llega a la cita
y
después sonríe como la niña ingenua que es
pero
eso
a mi no me importa
también
me gusta verle la espalda y contarle los lunares
y
es que cuando la vida me da la espalda
yo
le bajo la cremallera
y
le beso la medula espinal hasta que termina
por
voltear y regalarme un beso apasionado en los labios…
Estas
ganas de vivir me están matando
©Andrés Castuera-Micher