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29/1/12

La vida, esa descarada



Dedicado a mi gran amigo y hermano, el cantautor, José María Marti, por su ejemplar lucha y amor a la vida, esa descarada..


Estas ganas de vivir me están matando

y es que de vez en cuando
me sorprendo haciendo tantas preguntas a la vida
sin querer escuchar las respuestas
y contestándole tantas preguntas que nunca me haría

que me dan ganas de vivirla
y por eso voy a vivir esta vida hasta que me muera…




Y es que si la vida se pone hoy una falda,
lo suficientemente corta,
usa medias negras de esas de rombos
y se recoge el cabello con una pañoleta rosa
yo le entrego mi resto

  
A veces la vida, 
esa descarada
se suelta el cabello
y sonríe de una forma tan peculiar
que le perdono esos días
en que olvidó decirme lo bella que es
y lo que vale la pena vivirla…

Y no es que siempre le de a la vida por tomar el té conmigo..
a veces me desconoce
no llega a la cita
 me hace esperar por horas y días y meses
y después sonríe como la niña ingenua que es

pero eso

 a mi no me importa
también me gusta verle la espalda y contarle los lunares
y es que cuando la vida me da la espalda
yo le bajo la cremallera
y le beso la medula espinal hasta que termina
por voltear y regalarme un beso apasionado en los labios…

Estas ganas de vivir me están matando

©Andrés Castuera-Micher

9/1/12

Los borrachos que no manejan, no son peligrosos


San Juan Ixtayopan, Tláhuac, tres de la mañana. Jovita está sentada en lo que, si estuviera urbanizada su calle, si hubiera calle, sería la banqueta. Los moretones le han abierto de nuevo la cicatriz del pómulo derecho, la nariz no ha dejado de sangrarle los últimos tres minutos y las piernas le siguen temblando. Pedro ya se quedó dormido, después de haberse orinado en lo que, en otras condiciones, correspondería a la sala. Gustavito sigue escondido en el patio de atrás, tiene mucho frío, pero es más el miedo. Jovita no va a decir nada y como el niño no irá a la escuela en dos o tres días porque será difícil caminar con tantas patadas en la espalda, la maestra seguro que no pregunta nada.

A Jovita le ha pegado más de treinta veces en lo que va del año, la última vez fue por ahí de mediados de marzo, al niño cuando le alcanza también le da dos o tres chingadazos. En la escuela nunca le preguntan nada. La plaza es de maestro, no de trabajador social y la plaza de trabajador social la tienen ocupada con comisiones sindicales para una maestra que está de licencia desde hace dos años.

El director de la primaria, Don Facundo, claro que lo sabe, como no habría de saberlo, si él se va a chupar todos los jueves con Pedro y lo ve salir hasta las manitas, a decir de los vecinos, los han visto irse juntos con unas pirujas después de la pulcata.

Gustavito ya pudo ir a la escuela, ya se le desinflamó el ojo y Jovita ya puede llevarlo sin que se le noten mucho los golpes, además si no lo lleva hoy, seguro no irá en toda la semana porque es jueves y hoy seguro llega borracho.

Como no fue la Miss Perla, a los del grupo de Gustavito les pusieron un rato la tele que está en la oficina del director, el único canal que jala es el dos y a esa hora pues se tuvieron que fletar las noticias.

Una, que en especial aburría a todos logró atrapar los pequeños ojitos de Gustavo.

-        El programa Conduce sin Alcohol, mejor conocido con el Alcoholímetro, ha demostrado su eficiencia durante los casi siete años que lleva implementado en la ciudad de México – decía la reportera en la tele, mientras aparecían imágenes de conductores ebrios detenidos por la policía en diferentes avenidas de la Ciudad -  en lo que va del año han sido remitidos con pena incondonable de cárcel más de tres mil personas. Este operativo permanente ha demostrado su efectividad para salvaguardar la integridad de los ciudadanos de la Ciudad de México ante los efectos y riesgos del alcohol...

Mientras la nota seguía en la televisión, las imágenes se quedaban grabadas en la cabeza de Gustavito, borrachos que eran subidos por policías a las patrullas. Sergio, al ver tan atento a Gustavo, no pudo evitar preguntarle…

- ¿Qué transa Gus? Se te quedaron los sesos en la tele…

- Es que, si pusieran uno de esos alcoholímetros aquí, seguro mi jefe ya no podría chupar y no le pegaría a mi jefa… y chanzón a mí tampoco…

- Cómo eres güey pinche Gus – Le respondió Sergio con un aire de dominar ampliamente el tema – esas madres sólo son para los que tienen carro, tu jefe después de chupar se va a pata, mano, entonces pos no lo pueden agarrar los polis… Los borrachos que no manejan no son peligrosos, ¡Ah como eres güey, además eso sólo es en el defe, acá es Tláhuac!

Después de darle un sape en la nuca y salir corriendo al patio tras una pelota a iniciar la cascarita, previa autorización del director que necesitaba que su televisión le fuera devuelta para ver su programa de las once, Gustavito se quedó en un rincón del patio mirando la pared de la escuela y viendo cómo sus esperanzas fugaces se escapaban por encima de esa pared.
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® Andrés Castuera-Micher


® 2017, Andrés Castuera-Micher. Publicado en 2017 en el libro "Renglones que Saben a Ciudad"