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18/2/12

¿Sabes algo de Mariana? Crónica Quinta.


¿Sabes algo de Mariana?

Los periódicos ya cambiaron su versión...
En las carreteras sigue sucediendo...
Los soldados siguen disparando...

Mariana es una víctima de esta guerra insoportable, necia e insostenible...

Nadie puede culpar a Mariana por tener relación con el narco o con algún cártel...

Podríamos decir pagó siendo inocente, atravesado lo que mas ama,  con las balas que se compran con los impuestos de los pobres que pagan, y que se compraron para "combatir" al crimen...

Mariana es contribuyente cautiva, no tenía la opción de pagar o no pagar impuestos, de su salario minimizado le quitaban puntualmente todos y cada uno de los absurdos impuestos que existen para enriquecer a los evasores y empobrecer más a la clase trabajadora.

Resumiendo, a los hijos de Mariana los asesinaron con balas que ella misma pagó con sus descuentos salariales...  Peor aún, los asesinos fueron pagados con esos mismos honorarios... ¿O de dónde creen ustedes que sale el salario (el excelente salario) de los miembros del ejército?

El único crimen de Mariana fue tener miedo...

Su auto, Tsuru modelo 1990, viejo, conservado a duras penas por su vecino el mecánico y las manchas de pasta son cortesía de su primo el hojalatero, eso le da al auto en cuestión un aspecto blanco-grisáceo, para que me entiendan, un auto con todas las características de los que usa el crimen organizado, ¿no? viejo, desvencijado y sin vidrios polarizados y cuyo desgastado motor no alcanza más de noventa kilómetros por hora en la más discreta subida... con todo esto era imposible confundirse, se trataba sin lugar a dudas e un auto cargado de armas, drogas y dinero lavado, así que los militares no hicieron más que cumplir con su deber y acribillar a punta de metralla el Tsuru de Mariana...

Si Mariana hubiera conducido una "troca" último modelo, con vidrios polarizados, blindada, con escoltas a diestra y siniestra, a una velocidad de ciento cuarenta, con torretas, estrobos y demás accesorioes característicos de los autos de criminales, todo hubiera sido distinto, nadie la hubiera confundido, nadie hubiera disparado... Ni siquiera le hubieran hecho la "parada"...

Pero Mariana, además del auto plenamente sospechoso, llevaba con ella a sus dos pequeños hijos de apenas cinco y siete años; lo que provocó que los militares del retén de la carretera que lleva a las playas de Matamoros (donde Mariana y su familia pasarían un lindo fin de semana) dispararan sin compasión.

Mariana tuvo miedo al ver tantos uniformados armados, encapuchados y a la orilla de la carretera, pensó en sus dos pequeños que venían dormidos en el asiento de atrás y en lo mucho que se asustarían, por eso no volteó siquiera a ver el retén y aumentó la velocidad de su compacto de setenta a ochenta y cinco kilómetros por hora...

Las balas se fueron sobre el pequeño auto blanco destruyendo lámina, motor, vidrios llantas, vidas, niños, niñas, sueños, ilusiones, cráneos, tórax, cerebros y corazones...

A Mariana le mataron a sus dos hijos: Lucero y Martín...

Mariana es una madre herida....

Mariana le tiene miedo a los soldados...

Mariana recibió la disculpa de un soldado con muchas estrellas y un águila en su gorra...

Las disculpas no le devolvieron a su pequeña y a su pequeño y por supuesto nunca fueron públicas...

El ejército negó los hechos...

Los asesinos siguen de uniforme, cuidando las calles y protegiendo...

Mariana no sabe a quien protegen, nunca ha tenido tanto miedo cómo el que ahora le tiene al ejército,  no ha vuelto a tomar el volante de un automóvil, ni siquiera sale a las calles, no come bien, se le ve como un esqueleto deambulando de la cama al baño y del baño al retrato de sus pequeños narcotraficantes caídos ante el heroico ejército y su comandante en jefe que sigue comprando balas encareciendo la tortilla...

Aunque de nada te sirvan las disculpas,
perdón, Mariana, perdón...

®Andrés Castuera-Micher
Publicado en mi libro ¿Sabes Algo de Mariana? (2012)

Fotografía de la adaptación teatral realizada en 2016.

Actrices: Paola Moz y Lupita Arellano.


14/2/12

¿Sabes algo de Mariana? Crónica cuarta.


¿Sabes algo de Mariana?

Muchos supieron de ella y se indignaron y protestaron, pero el tiempo, que es el mejor recurso que usa el gobierno a su favor, terminó por lograr que Mariana se borrará de los recuerdos, de los encabezados, de los noticieros y de las voces...

Se supo que tenía tres años y que jugaba con su oso de peluche cuando todo comenzó.

Su pequeña escuela siempre fue un sitio altamente peligroso, pero eso Mariana no lo supo, jamás imaginó que ella y sus pequeños amiguitos y amiguitas corrían todas las mañanas sonriendo y gritando de alegría sobre una bomba de tiempo.

Mariana sólo sabía que las hojas de papel eran para hacer dibujos, ignoraba los millares de hojas que se apilaban junto a su escuela de forma negligente, cómo auténtico combustible para asar carne de bebés...

Le dolió mucho... sintió mucho calor, el fuego consumió todo vertiginosamente.

Nunca tuvo la oportunidad de ver un carro de bomberos, el primero que tuvo cerca estaba tratando de sofocar las llamas de su guardería.

A los siete años,  le hubiera encantado saludar a un bombero y ponerse su gran casco, pero sería demasiado tarde, cuatro años antes, un bombero sacaría su cuerpo calcinado de su pequeña escuela, la que nadie conocía en una colonia popular en Sonora, cerca del trabajo de su madre...

Le dolió, pudo ver como varios de sus amigas dejaban de moverse con tanto humo, escuchaba la tos imparable de Fátima, pudo ver como Javy era consumido por las llamas mientras lloraba y pedía ayuda...

Mariana gritó, gritó mucho... ¡Quema! ¡Quema!

Quedó calcinada en pocos minutos; antes de la hora del comer...

Días después todos hablaban de Mariana y de sus 48 compañeritos y compañeritas de escuela.

Quemados los niños taparon todos los pozos... y escaparon todos los responsables...

Mariana tuvo un funeral decente,  fue mucha gente que ni conocía y llegó gente importante, del gobierno de Sonora, sí, de esa misma gente que tenía el archivo con sus papeles y materiales inflamables alrededor y también niños y niñas...

Esas personas también fueron al funeral...

Ya no le duelen las quemaduras... porque las niñas cuando son asesinadas por el gobierno van a un lugar mejor... lo que le duele es el silencio... ella no sabe de injusticia pero percibe que algo no anda bien en su país... porque murieron muchos niños y a nadie le hicieron nada...

Le duele el silencio... que se hallan callado los gritos, que en menos de tres años ya no se hablaba de los pequeños y pequeñas de la guardería ABC...

Mariana ahora quisiera poder abrazar a su padre, decirle que deje de llorar, que ella esta bien, que ya no se está quemando, que otra vez puede correr y caminar, y que ya se acostumbro a no sonreír.

Le duele su madre que no puede dormir por las noches, le duele su hermano olvidado en un rincón por las múltiples protestas por la muerte de Marianita...

Mariana quiere decirle a su padre que deje de luchar, que así son las cosas en México, que no pierda su tiempo, que a nadie le importan 49 niños y niñas muertas...

Hoy hace CATORCE años, que en este país le prendimos fuego a la inocencia y la justicia, con su venda en los ojos, tampoco parece preocupada por lo que sucedió...

Perdón. Mariana, perdón.

®2012, Andrés Castuera-Micher, ¿Sabes algo de Mariana?
(Actualizado, 5 de Junio de 2023)

Publicado en mi libro ¿Sabes Algo de Mariana? (2012)

Fotografía de la adaptación teatral realizada en 2016.

Actriz: Paola Moz

6/2/12

¿Sabes algo de Mariana? Crónica Tercera


¿Sabes algo de Mariana?
¿Sabes si volverá a sonreír?
¿Sabes si olvidará?

Debes saber que Mariana era muy pequeña, tenía apenas cuatro años...
Era una niña muy inquieta, risueña, cariñosa y sobre todo una niña con ganas de vivir, de correr, de jugar... de crecer...

Pero la madre de Mariana, tenía otros planes para ella, desde que se separó del papá de Mariana, la pequeña lloró mucho, pero a su mamá se le ocurrirían muchas maneras de hacerla callar... no se valía extrañar a papá, ni siquiera le podía hacer dibujos... los fines de semana eran cortos y el lunes, el martes, el miércoles y el jueves parecían eternos... esos días tenía que esconderse del nuevo novio de mamá...

Mariana quería decírselo a su papa, pero su madre la amenazaba, y un día le dijo que Héctor era un buen hombre, no cómo su padre y que le enseñaría cosas lindas y así comenzaron las caricias a destiempo, los dedos en lugares pequeños, inmaduros, y las amenazas...

Mariana se lo dijo a su mamá, que eso no le gustaba, que le dolía, que le iba a decir a papá, pero Héctor, el nuevo novio, comenzó a volverse más agresivo y su madre siempre cuidando que la hermana mayor de Mariana no viera nada y convenciendo a Mariana de que si  la tocaba y le hacía todas esas cosas lindas era porque la quería,  así como a ella,  que  también la quería y le hacía lo mismo...

Debes saber que Mariana lloró mucho porque quería decírselo a papá, pero un día Héctor y la madre le dijeron que si abría la boca con el pendejo de su padre lo iban a matar y entonces Mariana decidió a sus cuatro años tener un papito vivo y aguantar...

Pasaron muchos muchos muchos Lunes y más Martes y Miércoles interminables y bastantes Jueves, pero un día tuvo el valor de decirle a su papá lo que el novio de mamá le hacía y que mamá lo sabía y que mamá decía que estaba bien; pero que por favor la salvara, la escondiera aunque fuera en el cuarto más pequeño pero que no la llevará nunca más con Héctor y la madre...

Papá quiere mucho a Mariana y comenzó a llorar desde ese día y para siempre, porque le habían roto la sonrisa a su pequeña.

Papá llevó a Mariana con la policía, y la pequeña fue muy valiente y les contó todo,  pero mamá llegó gritando  que papá se la había robado y que la había amenazado por que estaba celosos de Héctor.

Nadie le creyó a papá.

Tuvo que pagar por la mayoría de los papás que son malos, que golpean, que mienten.

Pero Mariana gritó tanto cuando mamá se la quiso llevar de nuevo, que tuvieron que preguntarle más cosas a solas, y con doctores y con señoras y señores que ni conocía y como si le hicieran un favor,  la dejaron regresar a casa de su padre en lo que "seguía la investigación"...

Madre amenazó a papá y le avisó a Héctor para que se escondiera y siguieron a papá,  a Mariana y a la hermana por todos lados, con amenazas, gritos, pistolas, querían volverlos locos...

Mariana sólo dijo la verdad, pero a papá nadie le creyó. Mariana descubrió a su corta edad que en este país las mamás siempre eran buenas y los papás siempre eran malos sin importar que esta vez, mamá no hacía lo correcto...

Pasó mucho tiempo, muchas visitas a la policía a los doctores, muchas preguntas... a Mariana le preguntaron lo mismo más de cien veces...

Un día madre intentó llevársela a la fuerza de la escuela,  papá luchó como si fuera un super héroe para que no sucediera, pero cómo no es un super héroe y los policías no le creyeron, se llevaron a papá en una patrulla y a Mariana en otra y los separaron.

 Estuvieron más de dos días sin verse, dejando a Mariana y su hermana en un cuarto solas, sin saber lo que pasaba, sin siquiera un juguete y mucho menos hablar con papá, hasta que una señora con cara de mala y sin estar convencida, dejó que se fuera de nuevo con papá, pero le dijo con voz grave que solo sería hasta que se llevará a cabo el juicio, que se hicieran a la idea de que tarde o temprano  tendría que regresar con su mamá, que así eran las cosas...

Y a Héctor ni siquiera lo buscaban.

Por papá fueron los policías como veinte veces.  En varias ocasiones se lo quisieron llevar a la cárcel porque en este país los papás son los malos...  y la madre le decía a todo el que podía que papá se había robado a las hermanitas...

Un día Mariana tuvo que ir con una juez, una juez que no le creía nada a papá y esa juez le dijo que lo mejor era que se fueran con su mamá pero Marianita dijo que no porque Héctor le volvería a hacer todo lo que le hizo y que a su mamá le gustaba que le hicieran eso.

Después de muchas muchas horas, la única persona que le creyó a papá por primera vez , escribió en un papel que por el momento quedaban bajo la custodia temporal del padre...

Mariana y su papá tuvieron que esconderse porque a papá lo buscaba la policía que había recibido mucho dinero de mamá para que se lo llevara, y ya había  inventando muchas cosas, de que papá pegaba, de que robaba y hasta llegó a decir que el que las abusaba sexualmente era papá...

A Héctor nadie lo encontraba...

Y eso que lo vieron varias veces rondando la casa de papá amenazando a las pequeñas y eso que Mariana un día lo vio afuera de su casa viéndola feo, los únicos que no lo veían eran los policías..

Un día apareció y se lo llevaron a la cárcel, y Mariana pensó que se había hecho justicia....

Mariana ignoraba que tendría que ir decenas de veces a la mismísima cárcel a verle la cara a Héctor y a su mamá quien le gritó mentirosa en cientos de ocasiones y también tendría  dejar que toda la familia de mamá la amenazará y a su hermanita y a su papá...

Mariana no entendía porqué todas esas personas que decían quererla preferían defender a un hombre que le había tocado, penetrado, lastimado lugares que la doctora le había dicho que NO SE TOCAN.

La doctora buena y papá,  eran los únicos que le creían a Mariana y claro, la familia de papá, pero la de mamá es mucho más grande y es mala y es muy agresiva...

Tuvo que repetir el relato de lo que le habían hecho muchas veces, más de las necesarias y a personas que ni conocía.

Tuvo que poner su pequeña huella digital que creció con ella de los cuatro a los ocho años para que  Héctor se quedará al fin en la cárcel...

El juez dijo que se quedaría un tiempo en la cárcel...  seis años... pero el ministerio público dijo que saldría en tres... ni siquiera un año por cada año que tenía Mariana cuando le partieron la sonrisa...

Mariana creyó, al fin, conocer lo que es la justicia... a los ocho años...

Mariana no sabe que hay otros jueces, más altos, a los que llaman magistrados que están dispuestos a vender la inocencia, la tranquilidad, la sonrisa y el alma de una niña de cuatro años por algunos miles de pesos....

Héctor salió en "inmediata libertad" por orden de la Cuarta Sala Penal... un magistrado decidió que la madre decía la verdad... y que la declaración de una niña de cuatro años que fue interrogada por más de cincuenta personas diferentes era contradictoria...

Mariana tiene diez años...

Mariana tiene miedo...

Mamá está libre,
Héctor esta libre...


©2012, Andrés Castuera-Micher

Publicado en mi libro ¿Sabes Algo de Mariana? (2012)

Fotografía de la adaptación teatral realizada en 2016.

Actriz: Paola Moz

Mariana y su papá presos de la intranquilidad....

Y luchando por sonreír en un país donde la sonrisa de una niña se vende en los Tribunales...

Perdón, Mariana, perdón.

3/2/12

¿Sabes algo de Mariana? Crónica Segunda


¿Sabes algo de Mariana?
Lo único que han encontrado es su mano derecha, pero no saben que es de ella, tan solo se ha vuelto la evidencia de un crimen sin cuerpo, el cual, no será investigado.
Según el jefe de la policía de Juárez, ¿quien va a reclamar una mano? y sus superiores agregan al razonamiento de la bestia ¿que cómo van a identificar a la víctima con sólo una mano? Le dicen a las alborotadoras que cuando tengan más evidencia entonces que exijan resultados...

Sí supieran que la mano de Mariana fue arrojada desde la ventana de la camioneta negra mientras la iban violando entre los seis que la levantaron a la salida de la farmacia...

... y le cortaron la mano porque rasguñó en la cara al más fuerte, sí, con un rasguño muy parecido al que tiene el agente del Ministerio Público que ha decidido archivar el caso de la mano solitaria, como le nombran entre bromas oscuras y vulgares en la policía.

A Mariana le cortaron todo el cuerpo, pero la mano quedó muy lejos porque antes de terminar con ella la violaron, la golpearon, la humillaron y le quitaron la belleza a punta de navajazos, seña inequívoca de que ninguno de los agresores habría podido tener por las buenas a una joven tan hermosa, tan pura, tan inteligente y tan sonriente... por eso la eligieron, además porque su padre estaba muy enfermo y su madre había muerto años atrás... mientras menos lo noten, mejor.. el papá ya se murió. ni siquiera pudo enterrar a su pequeña y no sabe que la mano con la que esos hijos de puta se masturban en la morgue es de su niña...

Mariana reconoció enseguida la voz de uno de ellos, ya varias veces la había seguido y en una ocasión le ofreció ayudarle con el tanque de oxígeno de su padre saliendo de la clínica, ella nunca accedió a los ofrecimientos de ese tipo, con acento gringo y con facha de militar...

JR Miller, tenía en su uniforme el señor que seguía a Mariana insistentemente, Mariana no sabe que su futuro fue negociado entre uno de los polis y el Marine que trabajaba en la frontera tras haber sido destituido de sus labores en Nueva York, tras un escándalo por abusar de una menor, tras el cual, de inmediato fue trasladado a la frontera, para que, junto con el resto de los indeseables de la NYPD, de los MARINES y el FBI se cruzaran la frontera los fines de semana para violar y matar mexicanas, así las cifras del crimen en los UNITED iban para abajo mientras en Juárez seguían apareciendo, manos, cuerpos, cabezas, brazos... total, acá era barato y con la garantía de que nadie les haría nada...

Mariana costó aproximadamente doce mil pesos, cuatro para los dos polis, tres y medio pa´l jefe, cinco para el jefe del jefe y el resto entre propinas pa´l chofer , la gas de la camioneta, quinientos pesos pa´l que la cortó y la fue a tirar a los perros...

El padre de Mariana la buscó hasta muy tarde, él no se traga el rumor de que se fue con su novio para la capital, pero le hicieron tragarse el rumor con un desafortunado accidente en la escalera del mercado...

El entierro del padre fue pagado por el Ayuntamiento, y lo enterraron casi como héroe nacional, y ¿cómo no? su hija fue sacrificada en pro de la impunidad, la corrupción y ante los ojos de un gobierno ciego, sólo para casos en que mueren mujeres solo por ser mujeres...

Mariana es una cruz color rosa, una fosa sin cuerpo, una tumba sin nombre...

Su verdadero nombre, según obra en el expediente empolvado en la caja 75B de la Agencia del MP, es Maria "n", pero prefiero decirle Mariana, no se escucha tan frío y le dibuja al menos un rostro a quien se lo han robado...

Perdón, Mariana, perdón.

©Andrés Castuera-Micher

Publicado en mi libro ¿Sabes Algo de Mariana? (2012)

Fotografía de la adaptación teatral realizada en 2016.

Actriz: Paola Moz

2/2/12

¿Sabes algo de Mariana? Crónica Primera


¿Sabes algo de Mariana? 

es que nadie la ha visto desde hace tiempo...
...sus padres no saben nada,
están lejos, muy lejos...
...y creen que está trabajando en la ciudad
en casa de una señora de bien
y que va a la escuela en las noches...
...al menos eso decía la carta y por eso sus mamá no está preocupada, sabe que está bien...

pero las compañeras de la maquiladora no la han visto en dos meses
y el patrón no permite las preguntas
y para evitar rumores la despidió sin que ella estuviera...

Mariana sólo quería un poco más de dinero para que su familia no la pasara tan mal en Oaxaca...

Mariana llegó a Ciudad Juárez con otra amiga, a su amiga tampoco la han visto, pero de eso ya seis meses.
Mariana tiene 19 años, el cabello negro, los ojos grandes y la sonrisa adecuada para que esos individuos la hayan elegido para ser la 481...

Mariana no supo en que momento fue la 481 de la lista de el tipo de la chamarra negra y del que manejaba con una botella en la mano... no podría precisar que estaba tomando porque cuando se negó a probar ese líquido le rompieron los dientes con la botella y luego la botella con la cabeza...

Mariana gritó, para que no anden diciendo en la tele que ella lo provocó.

Nadie sabe nada de Mariana, porque la metieron en un congelador muy grande para desaparecerla de la escena del crimen y luego del crimen y luego del mapa y luego de la memoria, pero de la memoria no pudieron porque todavía algunas preguntan por Mariana.

Mariana tiene frío, aunque parezca que no siente nada,
en el congelador conoció a muchas otras amigas, pero ninguna platica,
a todas las anotaron en la lista
la 478 le pareció conocida,

pero a su amiga no la vio
porque seguro era la 522 de algún otro escondite...

Mariana no va a regresar a Oaxaca
ni a la maquiladora ni a la escuela
ni a las páginas de los periódicos
ahora es más importante la guerra anti crimen
ahora ya los muertos son de todo sexo, edad y tipo

ya las muertas como Mariana no son noticia...

ella no quiere ser noticia
pero tampoco puede saber lo que quiere
porque la mataron...

Perdón Mariana, perdón...


©Andrés Castuera-Micher
Publicado en mi libro
¿Sabes algo de Mariana? (2012)
Imagen tomada de la piedra en escena del mismo nombre
Actriz: Lupita Arellano.