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27/9/23

Por si un día naufrago

 

Por si a alguien pudiera interesarle

subastaré las parcelas de mi desierto

que aún no han sido alcanzadas por los naufragios

de mis barcos derrotados...


Como gobernador 

encontrará usted

a un pirata que todavía cree 

en el nombre que tatuó en su pecho.

Pero no le diga al pirata 

que ha naufragado,

sus ojos parchados por exceso de sol

no podrían soportar la verdad con sus agujas infectadas..

Por si algún día llega el naufragio,

este desierto, no lo imagine sin agua

hay un ojo de donde salen  gotas saladas

que no se toman

pero que adornan el paisaje 

necio de un desierto 

que segura haber sido océano 

desierto,

de cierto modo necio 

que se siente mar y simula el oleaje

con sus lágrimas.


En  la subasta 

de los restos del naufragio

entregaré también las escrituras de un silencio

que al confesarlo todo 

se suicidó irremediablemente

pero eso le pasa a un silencio como el mío

que soñaba con ser escuchado...


Este desierto tiene dos manos y dos pies

los pies ya son rocas cansadas

pero las manos quizá le sirvan como referencia

o como dedos para dibujar mapas


Tras el naufragio, 

a este desierto le gustan los mapas

y los laberintos.


Por si a alguien pudiera interesarle

subastaré la parte de este desierto

que aún no ha conocido la humedad de la lluvia

y la proa de papel del barco del pirata

que sufrió daños colaterales.

No es triste este naufragio,

aunque parezca.

Por si algún día naufrago,

pisen mis huellas en la arena

reescriban la historia del pirata

al que le  corría sangre proscrita 

por las venas.

Y sí han de olvidar algo,

que sea al pirata,

pero jamás su barco de papel

armado hasta el mástil

con sueños prohibidos

y cañones cargados de 

utopías.


®2023, Andrés Castuera-Micher

De mi libro inédito: Renglones por si acaso.

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30/7/23

Nota al pie de cama

Usted se sabe quemar por dentro sin prender la sábana.

Que bien enciende la fogata entre sus piernas

y me da sueños de fuego mientras estoy despierta.

Su cuerpo es el péndulo perfecto

y yo, ante su vaivén,

soy solo un punto de referencia...

y arde

y ardo

y va y viene

y nada mejor que venirse

en su lumbre y sentir como su fuego es el que extingue mi agua.

Es que sabe usted quemarse 

tan bien allí dentro.

Quisiera que le prendiera lumbre a la sábana

y a mí también para poder acompañarle en ese delirio

en que su sombra me sedujo

y tuve que hacerle el amor.

Estaba celosa de su cuerpo

tan lejos y tan igual al mío

y entonces me desnudó

y paso a paso fueron nuestras sombras entregándose, 

dejando de ser sombras por un instante

y se dejaron llevar por esas cosas que solo son del cuerpo

y fueron cuerpo.

Ni la luz de sus gritos

pudo esta vez desvanecerlas.

Usted, yo

y un buen disco de jazz,

en penitencia, en plenitud,

a un orgasmo de encontrar un objeto volador no identificado.

Míreme una vez más, para de plano renunciar a todo

y alcanzarla en su nube de fantasía,

recoger mi boleto de ida,

nada más el de ida

e irme siguiendo esos senos.

No tiraré migajas, no quiero regresar

aunque el fugarme con usted sea fugarme de mí misma.

La distancia más cercana 

entre dos puntos

son las curvas de su cuerpo

y mi monte de Venus alineado al suyo...

Allá, se mide entre su espalda y sus senos y aquí es el espacio recreado en mi mente, inspirado en nuestras entrepiernas enlazadas...

No hay suficientes poemas para usted porque las que podrían amarle 

nunca le vieron andar desnuda por la recámara.

Mañana es solo una referencia de que hoy estamos juntas

y, ayer, es un punto definido por el abrazo de nuestros cuerpos haciendo el amor ruidosamente entre las hojas del calendario 

que se agitan inagotablemente cediendo el paso a nuestro tiempo.

No sé si exista un día después de éste en que nos vulneramos,

pero, ayer, doy fe, existe, porque queda la evidencia en nuestros cuerpos mojados...

Con frecuencia cuestionamos el tiempo mujer.

Pero “antes” es el momento justo en que mis manos están por tocarla, recorrerla, repasar sus detalles.

En este momento, entre su talle y sus labios,

existe quizá ese otro día al que llaman mañana,

No lo sé, quiero averiguarlo con usted...


®2000, Andrés Castuera-Micher

Inédito

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29/7/23

Relatividad


Hoy he pensado, entre otras cosas en lo poco que dura el tiempo,

a veces sus abrazos duran mas que un segundo

que dura mas que su abrazo, y entonces

instante deber ser el espacio entre un abrazo y un beso suyo.

No sé si las horas entonces sean la duración de su cuerpo desnudo.

A veces creo que el reloj

lo hicieron los que no saben del tiempo.

Cada vez que penetro su carne, el tiempo desaparece,

me derramo en usted y los segundos no pueden vencerme.

Aquí el único reloj

late y se encela de que tus piernas suban y bajen ignorándolo

mientras la hora la marca tu pierna izquierda detrás de mi mano derecha entre tu cuerpo sudado y mi cuerpo exhausto.

O ¿será que nosotros hemos hecho un tiempo nuevo?

No sé si el tiempo tenga fin, pero su cuerpo, doy fe, no lo tiene.

Sus senos de un delicado tono moreno intenso,

han decidido tocar mis manos

y mis muslos nerviosos 

infringen el fuego de los tuyos.

...como amo ese momento en que nos amamoscuerpo a cuerpo

en una batalla que tu ganas y dejas que yo pierda

y al final, se pospone el duelo para otra noche.

A la cita, puntual,

tu desnudez,

la sábana pérdida, los libros borran todo lo escrito para redactar lo que ven sus lomos.

Mi lomo que te asfixia

y tus piernas que ahorcan mis labios

mientras bebo el interior de tu vientre

a puñaladas de lengua

y mi saliva se confunde con mi semen, más adelante

y tu oasis cae sobre mi desierto

y, entonces, llegas a ese lugar que solo tú conoces

y me lo platicas con esas punzadas

que tratan de matar mi sexo.

Luego un silencio marcado por la cascada de tu líquido y los libros escriben que la sábana se esconde pudorosa.

Los labios se cierran,

los de tu boca y los de tu vulva húmeda

y nuestras pieles 

espera en silencio que nuestros cuerpos

se reten a muerte mas tarde...

®1999, Andrés Castuera-Micher

Inédito

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25/7/23

Cómo agua caliente


En tu brisa de cabellos de un  desorden conmovido 
por la lentitud de mis fracasos, 

en esa osadía por llevarte al cielo, ese que sólo tú conoces,

egoísta y ladrona de un paraíso fingido.

En los lentos y lejanos sabores de tus labios,

estando así en un profundo color marrón,

saliendo por el carmín de tus suspiros ocultos,

entre sábanas de menta,

despojando esas ropas de tela barata y descubriendo la tela fina de esa desnudez anunciada.

En tus cabellos de una brisa conmovedora y desordenada,

enredando la mente, esa que no es la meta de las sábanas...

Estando dentro de esas risas interrumpidas por la lenta

agonía de tus gritos,

esos que sucumben en el deseo de un mas allá...

Correr, como agua caliente ,por tu piel tostada,

mojar tu espalda

y lamer tus senos con gotas ardiendo hasta mezclarme con la humedad de tu sexo e imaginar que he sido yo, como agua caliente y tú, evaporándote en orgasmos de carne, sudor y sal..

Irnos de allá y quedarnos aquí ..

Allá no hay nada, aquí estamos los dos.

®2000, Andrés Castuera-Micher

Inédito 

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Elegía de hotel de paso


En tus flores de oriente,

en este paraíso con código de barras

repleto de ese oro que brilla con monedas de cobre

con tapices de popelina a precio de terciopelo se apaga ess vela tuya

que apaga, a su vez,  es esa manía de dormir solo,

de solo dormir por esas dos bocas empapadas de una: a nunca besada.

Mujer  silenciada por el lastre de un alma robada.

para que roben  tu mano sin argolla

en el momento preciso de lamer tu maldita existencia

con esta lengua seca tiempo atrás.

Lejos, lejos de la censura de tu baile clandestino,

rígeme ley de mujer,

rompiendo el cristal de la vida bien vivida,

vivida en otra vida que no quiso ser vida.

Me sorbo tu tiempo amarrado

con esa prisa de zapatos húmedos y sin zapatos.

Eleva al cielo que dice avergonzarse y llénalo de tus nubes de orgasmos y niebla. 

Tú, sola, como siempre has sabido, toca el cielo mientras yo, convencional e irremediablemente hombre, caigo de la torre.

Que la noche cubra  mi cuerpo de un rostro sin rastro con el tuyo de huellas profundas y constantes.


®1999, Andrés Castuera-Micher

Inédito

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24/7/23

Necedad


Insisto en ser esa sombra de tus pasos de la recámara a la cocina.

Esos labios de la copa a mi vientre, ese vientre de mi copa a tu sombra, quiero sentir esas canciones          de tu voz alterada,                          esa luna de sonrisa opaca,            ese espejo de voces sonrientes.

Insisto, perdona la necedad,            en ser la canción opaca de la luna servida en una copa.

Insisto en el vino de tu sangre,     en ser el néctar magenta             que recorre los alaridos                 de los dos haciendo un solo cuerpo...

...una destrucción.

Un minuto ante el espejo                de luna opaca.

Insisto en madurar tu cuerpo al envolverlo en el periódico viejo.  de mis historias de infancia. 

Con esa ansia infantil, luchar contigo en esa guerra de. generaciones,                                 esas que se obligaron                       a sentir por sentir                          sin sentir en realidad.

Insisto, necio al fin,                          en ciecunnavegar en tus caderas morenas de fuego y cenizas,          en tus alejadas canciones de cuna en el arrullo de tus sábanas virtuosas color magenta violáceo.

Insisto en ser la sombra azul.        de tu más rojo morado.


®1998, Andrés Castuera-Micher

Inédito.

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23/7/23

Visión


Quiero verte a los ojos

aunque tus muslos impidan que mi mirada cruce tu cintura.

Quiero beber tu sangre,

y limpiarme con el lienzo que ha secado el sudor de tu lágrima roja,

paso a paso, mujer de carne y carne.

Quiero romper la barrera de tus senos,

cubiertos por una moral con textura de encaje exagerado,

abalanzarme sobre la inútil resistencia de tus brazos,

delante de aquellas fotos de infancia.

Quiero hacer que grites que grite,

y quiero gritar,

romper la hipocresía de tu silencio de dama doblegada,

sufrir, sufrir en tu descenso, cuado caigas

de tu monte de sudor sin pudor.

Quiero detenerme en tu abismo,

en tus cabellos enredados al brazo perdido en tus latidos

y quiero ser yo al final esa cobarde y miserable lágrima.

Quiero nublar la visión que has tenido en la cama color melancolía.

®1997, Andrés Castuera-Micher

publicado en mi poemario Círculo Cromático.


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12/7/23

Paraíso


Se muere tan bien aquí sin que llegues

antes que llueva.

Un momento sin muerte, con la mirada llena de vida

conteniendo el alma, y los sentidos confusos.

Se ama con tanta calma,

en los rincones de espuma roja,

en tus lienzos de trazos inciertos.

En el lugar de huellas de cuatro en cuatro

en este cielo intratable

en esos minutos sabor sudor.

Se calla tan bien aquí

en este desierto de pecados nombrados por

leyes sin pecado.

Se ama tan libre

librando la batalla por romper el silencio...

Se muere tan bien aquí,

que puede ser quizá,

después...


®1997, Andrés Castuera-Micher

publicado en mi libro Círculo Cromático.

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9/7/23

Encrucijada


No quiero mirar de frente,

el encuentro puede ser definitivo.

No camines en mis pasos,

si se cruzan con mis sandalias de sangre y nostalgia

nunca podrán caminar solos.

No escondas el amor,

ese sembrado sin sábanas y cosechado sin escrúpulos,

si el silencio vuelve a romperse

tendrás que hablar siempre de esta historia.

No lleves tus sueños en los ojos, así, tan a flor de piel,

si son vistos por mi pupila ansiosa

ya no veré nada que no sea tu interior de santas profanaciones.

Calla, no digas tu nombre,

no lo digas porque podría aprenderlo

y sería lo único por gritar en mis insomnios de derrotas.

No derrames tu sonrisa cuando caminas,

debes saber que si la interpreto

haré de tu cara un escudo de guerra, un nudo de historias falsas.

No hables en silencio, si te escucho nunca podré escapar.

®1997, Andrés Castuera-Micher

publicado en mi libro "Circuito Cromático"


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11/6/23

Bitácora en Tierra



I

a los cinco aprendí a decir mentiras

a los doce me gustó

a los quince era un experto

a los dieciséis no sabía hacer otra cosa...

a los dieciocho me volví poeta


II

hasta la fecha no he visto a ningún chimpancé

volverse hombre...

Darwin tenía razón,

los monos no son tan imbéciles.


III

decidí ser poeta cuando

ví el primer juego de geometría,

y su único propósito era medir,

gracias doy a quien inventó las cerbatanas

e hizo que la escuela valiera la pena...


IV

Confieso que he vivido

pero no sé desde cuando ni para qué,

disculpen si aún no puedo confesar mi muerte.


V

¿para que son los indigentes?

para producir la miseria que el gobierno exporta al extranjero.

¿para que son los botes de basura?

para que los indigentes tengan donde posar para las cámaras de televisión

¿para que son las cámaras de televisión?

para que los indigentes se vuelvan ricos en las telenovelas...

¿para que son las telenovelas?

para que las compre la gente de aquí en lo que el gobierno exporta miseria.

¿para que es la miseria?

para que la televisión tenga de que hablar.

¿para que es la televisión?

¡Para que cuando hablen los indigentes nadie los escuche!


VI

¿de que mueren los poetas?

de cordura, la realidad los levanta un día de la cama

les abre los ojos, les engrapa los párpados

y los lleva de paseo por la calle...

...nunca se ha sabido de uno que regrese vivo después

de andar de realidad por la ciudad.


VII

¿qué es un poeta después de ser poeta?

viento

¿qué fueron los poetas antes de ser poetas?

viento

¿y el viento que es después de ser viento?

poesía.

¿qué es la poesía después de ser poesía?

nada.


VIII

¿los poetas lloran?

a veces, solo cuando se les acaba la tinta,

normalmente es cuando mas escriben.

¿sin tinta?

si, sin tinta y sin nada.


IX

No nací poeta,

me hice poeta

a poetazos.


X

En la calle se murió,

seguro que nadie se dio cuenta,

porqué a nadie le importa,

hoy en día los muertos son una costumbre tenebrosa,

y es que ver a los vivos por la calle es mas raro hoy en día.


XI

un caballo con patas de caballo

pero que tenía algo mas, y por eso no era caballo...

¿qué es un caballo?

un unicornio al que algún humano le ha robado el cuerno

para hacer bolas de billar.


XII

¿Qué porqué soy poeta?

porqué hice el examen de admisión para la realidad

y reprobé.

®2007, Andrés Castuera-Micher

Publicado en mi libro "Círculo Cromático"


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9/6/23

Café sin azúcar


Me he sorprendido en el café de la esquina

y eso que no tomo café,

pero ahí estaba yo,

platicando con usted, compañera de ausencia

o con su taza de café enfriándose que para

el momento actual es lo mismo.

¡Ah! Mi ausente compañera de ausencia,

si viera como se está cayendo el mundo a pedazos,

y yo sin hacer nada,

solo endulzando el café que suele tomar sin azúcar.

De pronto hacía como que escribía pero en verdad solo esperaba

y de tanto esperar 

pues se desprendieron de la pluma estas letras sin sentido.

Compañera de ausencia,

sé lo poco que le importa todo esto

y gracias de antemano

por su desatención a la presente,

pero de todos modos 

usted no suele leer 

lo que suelo escribirle

en estos días de ausencia compartida.

No obstante el aroma 

de su café frío,

me preocupa la forma 

de esperarla 

y esperarla y esperarla...


Entre un desvarío 

y otro desvarío 

recordé que no tomo café,

que no soporto esta esquina,

que no me gusta sentarme a esperarla

y que no me gusta recordarla.

Pero de todo esto 

lo que mas me gusta

es saber que, en cierto modo, usted es 

mi compañera de ausencia.


®2003, Andrés Castuera-Micher

publicado en mis libros "Círculo Cromático" y "Compañera de Ausencia"

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7/6/23

Extraño extrañarte


En un descuido me he visto hojeando las viejas cartas

y es raro, pero todas dicen los mismo.

La tinta no cambia a pesar de las decepciones

y ya ves, uno se topa de frente con los recuerdos…

Es extraño, no te extraño más,

y como extraño extrañarte.

Como hace falta de veras ese vacío entre la almohada y yo,

que se repite a sí misma como si le faltara algo.

Que raro, de pronto mirando 

ese papel arrugado

me he metido en recuerdos 

que una y otra vez juré

y volví a jurar guardar en el archivo

pero se me olvida, 

se me olvida de pronto 

que el corazón no tiene archivos

solo cajones y cajones a los que no les cabe nada

porque los he llenado 

de tanta porquería,

de tantas fotos rotas,  

por ejemplo.


Es extraño extrañarte, 

porque no debería,

porque dije “ya no más” 

y esta vez (raro en ti) 

estuviste de acuerdo.

Extraño extrañarte

por lo mucho que sentía

en esos días en que me revolcaba por tu ausencia,

y no me levantaba de la cama.

Ahora ya no siento nada,

tu ausencia no es más 

que un hueco común,

tan común que, ahora, 

extraño extrañarte.

Es tan extraño extrañarte,

hace no mas de diez minutos

me regocijaba con una canción de esas que hacen llorar pero

habían dejado de dolerme.

y de pronto, sin canción, 

se me está escapando una lágrima,

y lo peor, aunque aún no comprobado: 

parece que es por ti

por algo que seguramente te llevaste y me hace falta.

En un descuido me sorprendí extrañándote

y es extraño extrañarte, y a veces como extraño extrañarte.

®1998, Andrés Castuera-Micher.

Publicado en mi libro "Círculo Cromático"

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27/5/23

Credo como quiero creer


México, creo en ti,

en tu sueño confuso

en tu gloria postergada,

en esa tu libertad violada 

por el falo de la ignorancia, 

la inocencia, la pobreza y el abuso.

Creo en tus mares firmados al portador,

en tus cielos de ángeles expulsados,

de dioses sin pudor 

peleando por poder,

en tus rezos cansados de perdón

encerrados en los claustros 

de tus palacios seculares.

México, creo en ti,

creo como quiero y puedo creer.

Quiero creer que duermes como esa mujer volcán,

cómo deseo saber que esperas,

que anhelas, que luchas en tus entrañas.

México, creo en ti,

en tu ayer, en tu hoy 

y sobre todo en tu mañana

tantas veces demorado.

Creo en tus tranvías, 

testigos mudos de la 

injusticia callejera,

creo en tu ley de fantasía,

en tu virgen morena 

violada por los intereses políticos

de la Roma actual.

México, creo en ti,

en esa política velada 

por los balones de fútbol,

creo en ese partido único de los mexicanos: el América – Chivas.

Creo en tus hijos distraídos, dormidos, pendejos...

...en ellos creo, como creo en mí.

Creo que tu mujer dormida despertará,

como vengando el pasado, exhumando tu furia ancestral

y llevándose a todos a su paso.

Creo en tu gloria olvidada, en tu memoria borrada.

México, creo en ti,

pero tú, ya no eres México.


® 2003, Andrés Castuera-Micher

Publicado en mis libros Círculo Cromático y Mi País Roto

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22/5/23

¿Por qué tengo que amar a México?


¿Por qué tengo que amar a México?

si mi país ya no es mío,

es de esas manos manchadas

por la tinta verde del dólar robado,

si mi sed insoportable, aún es mi sed pero mi agua

no puedo beberla,

no es mía, es una deuda ajena y vieja...

Esos tonos verdes que sembraron los de antes, 

ahora se han teñido de otro verde... 

uno mas costoso 

y que no sirve para comer.

Ese nuevo verde no esta en mi bandera, se pinta solo en las bolsas de los que tanto han pisado el lienzo tricolor 

en aras del progreso...

En los campos, ya no hay campo para el campo,

solo se pavimenta el seco recuerdo de los que tuvieron 

que huir de sus adobes humeantes.

Se fueron esperando vivir mejo

cuando mejor hubiera sido vivir...

¿Por qué tengo que amar a México?

Si el Náhuatl avergüenza a los que lo hablan

y el  español 

se digiere y se mastica con 

el inglés en las gargantas de moda.

Si mis costumbres son la costumbre

de hacer todo menos lo de costumbre.

Si a los “tatas”, 

a mis sabios, los veo en un asilo

instruyendo a enfermeras sobre las cosas importantes de la vida...

y a otros tantos en la calle piden limosna

después de haberlo dado todo...

¿Por qué? 

Si los niños ya no son mexicanos,

son de una patria llamada “la calle”

y su nación se reparte sin falsas democracias con la ley de la selva...

Si las cárceles están repletas de inocentes que no conocen la ley,

y la ley la hacen los culpables...

¿Por qué tengo que amar a México? 

Si México ha dejado de amarse a sí mismo.


®2003, Andrés Castuera-Micher

Publicado en mis poemarios Círculo Cromático y Mi País Roto.

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21/5/23

Me dueles tanto América Latina


Cada que escucho tu historia

con la voz de un quetzal, 

con la furia del jaguar,

labrada en tus montañas de cobre.

Esa historia de manos que adoraban al sol.

Cada que escucho esa historia

me duele tanto

el yugo de cantos impuestos,

me escupe en la cara la cruz clavada con tanto odio

en Machu Pichu, Coba y Tenochtitlán.

Me lástima tanto el relato de los ricos mamando el oro de tu seno cobrizo 

para limpiar la sangre de sus causas.

haciendo joyas para esos pechos marchitos.

Me causan náuseas 

las monedas acuñadas con tus rostros imperiales

para explotar a los hijos de tu tierra.

Me dueles tanto América Latina.

Cada vez que lloro tus lágrimas 

de olor caoba, color ceniza,

lloradas con la pureza de aquellos ríos de tus venas,

ese llanto de lluvia perpetua.

Cada que lloro esas lágrimas, 

me duelen las que no dejan llorar,

me arde la lástima de los nobles disfrazados en harapos de rico,

me insultan esos que lloran por los necesitados

a los que tanto necesitan para no morir de hambre.

Esos altruistas alimentándose del hambre de los otros.

Me duele, me lastima 

que lloren esos campos,

que lloren como cementerios esperando ser exhumados.

Me dueles tanto América Latina.

Cada día de sol,

de ese sol al que alimentabas 

con corazones de hombres.

Cada que me acuerdo de aquel sol de magia y misterio

me duele que sea ese mismo sol el que está hoy

incendiando las calvas de tus ancianos,

deshidratando los cuerpecitos de sus niños olvidados.

Me lastima que hayan puesto precio al sol

para negociar con la sombra.

Como me dueles América Latina,

me duele tu nombre vendido por deudas al águila caníbal,

me duele tu sangre prostituida,

me arde tu sumisión, 

me ofende tu pasiva agonía.

No puedo ver mas a tus hijos con el rostro del color de tu sangre,

no soporto verlos así, serviles, entregados...

Me duele América, 

me duele que tu centro le tienda las camas a tu norte, 

me lástima que tu sur 

sea solo el tapete

en que se limpian los zapatos los pies blancos.

¿Dónde están tus guerreros?

¿En que laberinto se perdió tu lucha?

¿Quién profanó tus templos y mató de nuevo a tus muertos?

¿Quién eres América?

¿Quién fuiste?

¿Quién eras?

¿Quién serás?

Me dueles tanto América Latina.

® 2004, Andrés Castuera-Micher

Publicado en mis poemarios Cïrculo.Cromático y Mi País Roto.

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19/5/23

Crónica de una muerte no anunciada


¿Quién lo diría?

El odio duele más que el amor o,

en este caso concreto, 

odiarte es más doloroso que amarte,

Es tanto el odio, tan poca la vida y tan poco lo que me queda de corazón

que este odio tan grande, 

este rencor del tamaño de tres corazones

esta terminando con el mío tan roto y tan corazón.


Me has hecho tanto,

y sin estar has hecho aún más,

porque tu ausencia se comió 

los pedacitos de corazón

y aniquiló la valentía y la estrategia para olvidarte.


Ante mí, dos alternativas:

Olvidarte o morirme con tu recuerdo.

Opto por la primera,

no obstante que la segunda habita en cada uno de mis pasos.


Mi vida es una farsa dividida en tres actos y un intermedio interminable:

Acto primero: 

Pasado lacerante: Aparezco yo contigo, haciéndote el amor a fuerza de cuerpo y anhelos frustrados,

luego, en la escena segunda, 

tú sobre mi, 

con ese juego de dominar voluntades y, 

entre sexo y sexo 

hacemos el amor una y otra vez. Por monótono que puda escucharse el drama escénico 

no lo es, no lo es y no lo es.

 Escena seguida (a la que hemos nombrado tercera): tu cuerpo desnudo, mi cuerpo desnudo, el agua tibia de la regadera y un trozo de nosotros habitando el mundo de las sábanas sudadas.

Esto véase cada noche, cada mañana y, de pronto, 

los salvajes que solo hacían el amor por instinto, son sorprendidos con charlas interminables en el parque 

y él (o sea yo) y ella (o sea tu), caminan abrazados a ilusiones y sueños que, 

por respeto al autor

(es decir nosotros)

no serán reproducidas 

en este escrito.


Segundo Acto: 

Aquí es donde las dos alternativas antes citadas cobran vida...

Lucha por no morirme en el intento de olvidarte,

o lo que es igual,

incertidumbre del presente,

Escena única: aparece un cadáver aparentemente 

aún con vida, 

camina por el borde de la tierra conocida, como eunuco, como monje, como abstemio en contra de su voluntad, con la cabeza agachada. 

Odiando, odiando y tres veces odiando y así como odia, el individuo este, 

se va consumiendo en su intento de ausentarse del mundo. 


Escena desúnica:  

El desamor y las cuatro formas de odiar y morir en el intento. Escena altamente violenta para ser escrita en cualquier tipo de renglones, pero imagínese el lector la gravedad de la tácita escena.

Aquí llega el largo y tenebroso intermedio.: las ganas de morir, los suicidios frustrados por cobardía y la posibilidad latente de tu regreso.

Todo eso en seis meses de incertidumbre y de no hacerle el amor a tu cuerpo.... 


Se presenta en este intermedio largo y relativamente corto la  calificación a mi vida: 

Del 1 al 10: 5.7, esperando que suba a 6 aunque de todos modos reprobaría. 

Trágico y lúdico, mas bien sarcástico sube al escenario el entreacto con el resumen del que debieraolvidarse primer acto....

Tercer Acto: 

Futuro Incierto. Aparece un tipo sin esperanzas, parado al centro de una calle vacía y no 

sabe que hacer sin ti.


®2007, Andrés Castuera-Micher (inédito)


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7/5/23

Tregua


Compañera de ausencia,

le propongo una tregua con los recuerdos,

quizá unos segundos para mirar el mundo sin nosotros,

¿Verdad que es triste?

¿Verdad que no suena la música?

¿Verdad que los silencios son mas largos que lo usual?

¿A que le sabe esa malteada de fresa?

¿A que le huelen las sábanas vacías?

¿A que le teme en la oscura habitación?

Compañera de ausencia,

¿Qué tal si de pronto nos hemos ido para siempre?

¿Qué tal si ese adiós es para siempre?

¿Qué tal si no volvemos a vernos?

¿Nos habremos dicho todo?

¿Nos habremos querido lo suficiente para no necesitarnos nunca mas?

¿Nos habremos machacado bien los sueños, tanto que nos quedara solo uno para soñarlo cada quien por su lado?


Compañera de ausencia,

todavía no pierdo la cuenta, aunque quisiera, de los días sin usted,

pero presiento que han sido casi los suficientes,

¿qué tal si pierdo la cuenta y se me olvida de repente?

¿y si se me olvida usted y todo lo demás?

¿qué voy a contar cuando deje de contar los días desde que se fue, desde que me fui, desde que nos fuimos desde que fue?

¿con que cara habremos de encarar el futuro si dejamos atrás de verdad nuestro pasado?


Compañera de ausencia,

ya no sé a ciencia cierta si le estoy escribiendo

o solo hago como que le escribo,

usted por allá, yo por acá,

sin una balanza para pesar que ausencia pesa mas,

pero con la firme idea y la tenacidad de darme una tregua con esa ausencia suya tan difícil de librar... siendo honestos, hoy es un poco mas fácil, pero debo mantenerme firme

en la lucha por conquistar de plano su último adiós y para eso

para eso compañera se necesitan mas que palabras,

®2007, Andrés Castuera-Micher

De mi libro "Compañera de Ausencia ' adquiere cualquiera de mis libros haciendo click aqui

3/5/23

A ella, la tristemente casada de los ojos serios


Lo más triste de todo es que no te volveré a ver.

Y yo acá, pensando en ti
y pensando un poco en que, usted quizá está pensando en mi.

En algunos minutos estará dormida junto a él
y pensando igual que yo, pensando en lo que pudo ser
si hubiera sido,




y aunque lo nuestro no fue desde un principio
porque no dijo nada,
y no dije nada.

Si supiera cuantas veces pedía señales del destino
y hoy, se cansó de dármelas, 
se cansó de dárselas
y ahí estaba el destino cansado y gritando.

Usted se quedó sola tres veces,
yo me quedé callado cuatro
y la mano me tembló cuando escribí mi número en ese papel
que tampoco le entregué por la misma razón por la que ahora
escribo lo que no va a leer.

Es casada, lo sé, no porque fuera con él del brazo,
lo sé por esos ojos de cansancio,
lo sé por esa sonrisa que se le escapó cuando nos encontramos.

Es casada y no es feliz, lo sé, lo sé y creo que también usted lo sabe.

Él se reía como un tonto con una película tan tonta y usted,
usted aprovechaba para regalarme una sonrisa.

Yo la ví a usted ochenta y ocho minutos,
soñé despierto con usted, 
le tomé la mano
y salíamos por el pasillo de la sala en medio de todos.

Pero de pronto me sonrío de nuevo.

No tengo la menor idea de su nombre
y usted no sabe como la amo,
como la necesito,
como la necesitaré mañana,
igual que sin necesitarla la necesité a mi lado, en esa butaca tan vacía.

Acabó la función
y mi función, la del amante furtivo,
la del secreto que tendría que guardar.
Esa función a acabó antes de iniciar.

Su sonrisa era suficiente y sin embargo, antes del final,
su sonrisa con el doble de labios que la anterior
era muy clara,
pedía a gritos que yo hiciera algo que seguramente no hice
solo le sonreí, 
como el idiota que soy,
como si lo que usted necesitara fueran sonrisas…

Mi valor,
pensamientos estúpidos como "demasiado bello para ser cierto..."

Ahora en el mismo lugar de siempre,
sentado acá, 
haciendo lo que 
no me cansó de hacer
como si a usted le hicieran falta mis letras
o algún estúpido intento de poema.

Lo que usted necesitaba lo he tratado y es ahora un nudo en la garganta.

Ahora usted está dormida a su lado
y yo, que tuve el mundo en una sonrisa,
yo que casi podía tocarla cuando el no estaba junto a usted.
Soy eso: solo yo.

¿Qué me costaba decirle algo atrevido  en un suspiro indiscreto?

Darle este papel idiota que, ahora,  adorna el bote de basura

Por si lo anterior no bastará:

Por tercera vez las coincidencias,
en la escalera, sola, como si buscara lo que no encontró.

Sus ojos serios, su sonrisa transformaba su cuerpo en ese cuerpo solo
buscando saciedad.y yo sediento de usted.

Sesenta segundos que cambiaron mi vida,
y que hubieran cambiado 
la de los dos…

El uno, el dos…

...y el tres, el tres bajando la escalera, buscándola

Y por último, el retrovisor,
ahí estaba su bello cabello 
largo y dorado, su mirada seria y su última sonrisa
con sabor a un “adiós para siempre idiota”

… y la dejé ir caminando al ritmo del pudo ser…


®2005, Andrés Castuera-Micher, inédito.


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27/3/23

Breve Bitácora de un Amor Eterno


Seis am, el amanecer

Seis quince am, tus labios

Seis dieciséis am, mis labios

Seis veinte am, nuestros cuerpos

Seis treinta am, la penetración

Siete am, los orgasmos

Nueve am, el cuerpo de él y el tuyo,

Diez am, probabilidad de culpa por la tarde

Cuatro pm, lo de siempre

Siete pm, dos cuerpos de mujer

Nueve pm, fluidos entrelazados

Diez pm, la casa

Once pm, nuestros cuerpos,

Once treinta pm, no pasa nada

Once treinta y uno pm, el presentimiento

Once treinta y dos pm, la pregunta

Once treinta y cuatro pm, el silencio

Once treinta y cinco, la sospecha

Once treinta y seis, el teléfono suena,

Once treinta y ocho, no contestas

Once cuarenta pm... escuchamos al reloj

Once cuarenta y seis, el péndulo no se cansa

Once cuarenta y siete, declaración oficial de tu bisexualidad,

Once cuarenta y ocho, incertidumbre

Once cuarenta y nueve, dictamen y pruebas de tu infidelidad,

Once cincuenta, el nombre de él,

Once cincuenta y uno, el nombre de ella

Once cincuenta y cinco, los porqués

Once cincuenta y siete, el adiós,

Doce en punto, los ruidos característicos de un taxi,

Doce y tres, te has ido

Doce y cinco de la noche, manos empuñadas,

Doce y diez el llanto seco,

Doce y doce las lágrimas,

Doce y cincuenta y tres, las lágrimas

Una de la madrugada... nuestras fotografías,

Una y media los recuerdos...

...seis am, no amanece

...seis uno am, yo sin ti...


®2006, Andrés Castuera-Micher, inédito.

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17/3/23

Funeral

Que linda te ves rodeada de velas, con tu evidente miedo a la oscuridad 

y tu sonrisa, la de siempre,

tan arreglada.

Flores, todos han traído flores,

yo he olvidado las mías, 

como he olvidado tantas cosas,

como has olvidado tantas cosas,

como hemos olvidado tantas otras.

No olvidé, sin embargo,

traer la foto de nosotros felices,

para que no me olvides, para que no te olvides, para que no nos olvides...


Te llora tu madre, tu amante, tu otra  amante, y los otros.

Tu padre calla, tus dos amigos charlan, yo observo y buco una razón para llorar

pero te ves tan linda

y tus manos juntas, con una rosa blanca y una flor morada,que no se como se llama, solo me hacen pensar en tu cuerpo.

Te vistieron de guinda, ese color que era el de tus labios cuando vivías.

Ahora tus labios grandes y carnosos están secos, pintados, pintados, una y otra vez pintados, pero no tienen esa fuerza que les daba tu saliva constante.


Yo no te traje flores porque no sabía que ibas a morirte precisamente hoy,

Como siempre, hasta el final,

impredecible.


Para todos te has ido, para mi también, hoy no quiero ser la excepción,

 no quiero que te quedes,

quiero que te vayas con tu cuerpo inerte, que estuvo vivo, demasiado vivo 

y tan vivo que se ha muerto.

Te lo dije, te lo dije tantas veces, y ya ves como sí: el cuerpo termina por terminarse.


Tu cadáver, sin embargo, no es como los de los funerales de junto, tu te has muerto joven, a los treinta, bella, muy bella y muy blanca, quizá por eso tu muerte no es tan triste.

Patética e inexplicable, pero es una muerte bella, con tu cara de niña madura, y tus ojos, aunque cerrados, aun se ven bellos.


Me pasan por la cabeza los “hubiera” y no puedo suprimirlos,

porque ¿sabes? me hubiera gustado estar contigo 

el último día de tu vida.

Me hubiera gustado darte el último beso, escuchar tus últimas palabras, date el último abrazo.


Es entonces cuando el hubiera existe, toma forma, y se vuelve la única palabra posible.


No te traje flores y no puedo dejar de pensar en tu cuerpo desnudo,

en las noches que morían con nuestros cuerpos sudados, en tus besos, tus palabras y te extraño mujer de buena madera.

Te extraño porque, ahora muerta, no me queda mas que extrañarte.

Pero al menos ahora sé donde estarás y eso me da un poco de calma.

Estoy triste, por tu muerte, porque no te escucharé mas,

porque a este mundo le faltará una musa y le  sobrará un poeta.

Adiós mujer de tantas noches y de tan pocos días.

Adiós y esta vez es para siempre,

Y nuestra opinión no importa.


Antes que te cubran de tierra,

quiero que sepas que te amé hasta tu muerte,

que me doliste hasta el último día, que esperé tu regreso, 

pero te moriste y a pesar de todo,

a pesar de amarte como te amo, no me sirves cadáver, no me sirves así.

La culpa es tuya por morirte. 

No me culpes si uno de estos días

vuelvo a enamorarme.


Adiós por última vez, y porque si no, me voy a morir yo.

Adiós.

Quizá algún día, te traiga alguna flor, pero hoy la he olvidado.


®2006, Andrés Castuera-Micher, inédito.

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