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“Si te quiero es por que sos...”
Decía el poema de Benedetti,
lo escuchaba y reía.
La banca elegida,
esa donde no daba el sol
esa donde solo eran sus ojos
los que iluminaban el parque.
Ese lugar que parecía de ensueño,
donde se detenía el tiempo para mirar sus labios mirando los míos
y luego...
el mundoa dejó de existir.
Debo confesarle,
tomó la decisión correcta,
hubiera muerto si no me hubiera besado...
Y sus labios le enseñaron
a los míos que el amor
es más que dialéctica,
mas que hipótesis inconclusas,
y que los besos
son la certeza más plena
de que usted y yo
estábamos ahí.
Sus palabras dijeron cosas
del amor y esos asuntos,
su silencio me dijo que
"siempre" era más que
una palabra,
me hizo creer en usted
y usted me hizo creer en el amor,
y cada beso cerraba una herida
y cada abrazo abría una nueva, de esas que no duelen...
y Coyoacán se quedó hecho un imbécil mirando...
® 2005, Andrés Castuera-Micher
De mi poemario inédito "En el exilio del exilio"
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