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21/6/13

Regalos Necesarios para Liza V: Una Arena de Reloj

A Liza el tiempo
la tiene preocupada

cada vez que se toca el rostro
piensa que han pasado los minutos
sin su consentimiento

y los pies se le cansan
como si corriera caminando

la prisa le ha quitado el sueño


y por eso le quiero dar una arena de reloj
con granos que sean minutos eternos
y con pequeñas rocas que se vuelvan días

Una arena movediza de reloj
sin manecillas
donde puedan hundirse los días que Liza no pidió
y en el que se dibujen
con una quinta manecilla (que es algo así como un pincel)
los días de la duración y color que Liza necesite

y que se puedan borrar
y pisar
y poner a secar al sol

Liza necesita secar sus días al sol
porque el mar, que se sabe es su adicción,
le deja los días empapados en recuerdos salados
y por eso la arena de reloj
hará tic tac y los recuerdos amargos se van
hará tic tac, pero tic tac con textura de arena,
y los minutos se vuelven horas

y luego cuando la manecilla pincel esté al borde de las veinticinco con doce minutos,
las horas serán segundos
y se acaba el tiempo que se tiene que acabar...

Una arena de reloj
suave, sin prisa
sin minutos dibujados
sin calendarios que persigan

una arena de reloj
que sin darle cuerda
avance al compás del corazón rojo-rebelde de Liza niña-libre

y, hay que decirlo,
esta arena de reloj se detiene a la hora de la ducha
para que Liza cante todo lo que quiera sin alarmas fulminantes

una arena de reloj que haga que Liza,
para despertar,
sólo tenga el sonido del mar
y pueda seguir soñando al tic tac de sus ojos cerrados.

®2013, Andrés Castuera-Micher, Regalos Necesarios para Liza.

12/6/13

Regalos Necesarios para Liza IV: Una brújula sin rumbo fijo

Voy a darle a Liza
una brújula sin rumbo fijo

que marque al sur
en dirección a Liza bajando las escaleras

al oeste cuando ella necesite el viento a su favor

y que solo cambie su aguja al este
en momentos de profunda reflexión
y en los que su espalda
pueda soportar la culpa que viene del pasado

una brújula como todas
pero con una aguja indecisa
que permita darle a Liza
la seguridad de ir hacia adelante
aunque camine de espaldas
y que, aunque regrese,
la brújula le marque hacia adelante, siempre adelante

una brújula sin cordura
para que entiende que, a veces,
se avanza retrocediendo...

la brújula que fue confeccionada para Liza
tiene siete nortes

uno para subir escaleras

otro que indica la azotea más cercana
para ver las azoteas lejanas y reír con ellas

el tercer norte
apunta al sur
cuando Liza tiene nostalgia de llegar y se retrasa

un cuarto norte que siempre apunta hacia el mar
porque se sabe que a Liza, las olas,
le recuerdan el arrullo de sus sueños
y los veleros
y los barquitos de papel

otro norte que no pierda de vista
lo que Liza mira por las tardes  lluviosas
para que no pierda sus recuerdos inmediatos,
 pero que tampoco le retrasen

el norte número seis
que usará solamente para el orgasmo

y el séptimo norte que,
de vez en cuando,
paulatinamente y en silencio
le diga a Liza que el Norte es para allá,
dónde le esperan los rumores de un porvenir que se adelantó
aproximadamente veinte años...

La brújula cabe en el puño de la mano de Liza
por si quiere, a voluntad
y en medio de tres gritos
hacerla pedazos...

®2013, Andrés Castuera-Micher, Regalos Necesarios para Liza.

7/6/13

Regalos Necesarios para Liza III: Un papel de barco

Un papel de barco,
voy a dejarle sobre su mesita marrón

un papel impermeable
de barco cruza-mares
y rompe charcos

entonces, Liza, podrá doblarlo
porque, hay que decirlo, puede doblarse y desdoblarse
según lo requieran las tempestades y los olvidos...

Un papel que, cuando sea barco, llevará a Liza como capitana
y con cuatro tripulantes
uno que cante para que el viento no se vaya
otro que sople para que no terminen las canciones
uno que pueda tirar las anclas cuando Liza necesite hablar con los delfines
y el cuarto tripulante será un escribamo que anote todo en la pequeña bitácora de pasta dura y azul.

Este papel cada vez que se haga barco
podrá zarpar por la ventana
cruzar jardines inhundados
y, en las fuentes, sabrá como navegar sin ser visto...

El papel barco para liza es impermeable
para que, en caso de llanto, la navegación no se ponga en riesgo
y, al contrario, que las lágrimas, a veces, sean las que hagan el caudal de navegación...

Un papel de barco para escapar
para ir lejos
y, si es el caso, regresar al cuarto para las ocho
a tomar el té en un conito hecho de papel de barco...

Si no hay rio, lago, fuente, charco, mar o llanto
el papel de barco podrá ser el fondo de una carta con confesiones
que después, se doblen con plieges de navío
y sean llevadas a la velocidad de botellas al mar...

®2013, Andrés Castuera-Micher, Regalos Necesarios para Liza.


31/5/13

Regalos Necesarios para Liza II: Un lápiz a lápiz

Le voy a dar a Liza un lápiz

uno especial

uno distinto

y el único con el que no han dibujado sus manos...

voy a darle un lápiz a lápiz...

con trazos ocultos en su punta carbón
y con tanta imaginación
que si Liza un día llega cansada de las banquetas grises
el lápiz pueda dibujarle un sueño para aderezar el café

este lápiz se puede tomar con la mano izquierda
o con los párpados
y además de dibujar, cosa que hace bien,
traza caminos que no se borraron en el fango
y toma decisiones en las encrucijadas
para que Liza no olvide el camino de regreso
pero pueda perderse en el bosque catorce minutos
y el lápiz, mientras tanto,
dibujará hojas secas pero lindas y crujientes
de esas que Liza gusta pisar en el camino de regreso.

Este lápiz cabe en los bolsos llenos del vestido de liza
y en la bolsa trasera del pantalón de Liza
y en el codo derecho de su desnudez
y, por si fuera necesario, se esconde en las blusas húmedas
para que no le falte a Liza un trazo o dos, en caso de alusiones al pasado...

en las paredes, el lápiz de Liza, podrá dibujar con libertad,
ante todo, es un lápiz libre para una Liza libre
y es que en la casa de Liza hay muchos muros por rayar

sí, el lápiz hacer rayas y líneas
pero es un experto en círculos, espirales y demás figuras que Liza sueña en la regadera...

por supuesto
es un lápiz a prueba de agua
y no se corre con las lágrimas
y no corre con las lágrimas, se queda
es un lápiz que sabe de amistad y hace letras chuecas, como sonrisas,
para esos casos...

El lápiz de Liza, olvidé mencionar, no tiene goma
porque lo que Liza dibuja es indeleble
inapelable, irrefutable, irreversible
pero sobre todo: a lápiz.

®2013, Andrés Castuera-Micher, Regalos Necesarios para Liza.

29/5/13

Regalos necesarios para Liza I: Espejos de madera.

A Liza no le falta casi nada
pero le queda claro que no lo tiene todo

no quiere tener más que lo que pueda llevar puesto...

las flores termina por hacerlas goma de mascar
y los zapatos insiste en usarlos al revés
aunque camine para atrás por diversión

le voy a dar un espejo
en el que no pueda verse

es ella de un color distinto que el cristal no sabe dibujar
y por eso el espejo va a ser de madera
y con pinceles a la mano
al alcance de Liza
para que en un banco tome el magenta con la izquierda
el azul violeta con la derecha
y dibuje su reflejo...

no es que necesite un espejo de ese tipo
pero ayer celebró algo así como el día de las sonrisas aceituna

por amor a la imagen
y por respeto al negro que esconden los espejo convencionales
Liza no se pondrá frente a un cristal convencional

Un espejo de madera para Liza
y entonces ella decide que sonrisa usar
y que listón y que cabello y que cenizas llevar puestas por la calle...


®2013, Andrés Castuera-Micher, Regalos Necesarios para Liza.
Imagen: ®2002, K. Bolo.

17/5/13

América te hablo de Mario (17 de Mayo 2010, homenaje a Benedetti en el Palacio de Minería)

América, te hablo de Mario:

PRIMERA PARTE


SEGUNDA PARTE


TERCERA PARTE


CUARTA PARTE


QUINTA  PARTE






"América te hablo de Mario"
Homenaje realizado a Mario Bendetti en el marco de la XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de Mineria, presentado por la Embajada de la República Oriental del Uruguay en México y la Secretaría de Cultura a través de la Coordinación de Vinculación Cultural Comunitaria.
Voces: Bessie Cerón, Diego Palafox y Andrés Castuera.
Guitarra y arreglos: Ulises Olea
y con la participación especial de la soprano Claudia Santiago.

16/5/13

Cuatro años hace que un poeta se le cayó al mundo

Cuatro años hace que un poeta se le cayó al mundo...

El calendario marca hoy el diecisiete
y el muy cabrón lo marca en mayo.

...desde ese día que los periódicos insistieron en hacerlo cadáver
los poemas ya no son los mismos
les falta el aire viceverseado que les daba su pluma...

... me enojo porque el mundo quedó cojo y manco con su partida, Don Mario
me rasco la cabeza doscientas veces
porque no me queda claro eso de que un poeta tire la pluma y se ponga las alas y se vaya.

Egoísta le reclamo los poemas inconclusos
los renglones para un mundo inconcluso
y la tinta para una humanidad inconclusa...

Le informo, con la informalidad de estos renglones
que a este mundo le amputaron, apenas se fue usted, la mano izquierda
que los obreros andan confundidos
que los presos siguen presos
y que los hijos a los que miraban, crecieron, olvidaron, lloraron y se hicieron policías...

Si usted viera tan de cerca
que las calles se llenan de miseria
que las manos empuñadas comienzan a abrirse de debilidad
y que el hambre lleva el acento puesto en el humano
y que los gobiernos, a ausencia de poetas, usan otra vez el garrote...

No quiero arruinarle su muerte prematura
con mis quejas de humano
con mis letras de apóstata de la democracia que, triunfal, se vende en las esquinas,
pero le tengo que pedir poemas de fuego, palabras urgentes y una camilla de vocales
para que la vida, sin usted, sin su poesía, sin sus rezos molotov
pueda ser una vida decente...

¿Y qué quiere que le diga?
Lo sigo extrañando
y aunque quedan sus poemas
lo que no quedan son corazones calientes
y se extinguen los cerebros que no se rajan
o los matan...

Le contaría los muertos que caen como hojas en otoño
pero de eso usted ya sabe suficiente...

Si puede: regrese.
Si quiere: regrese.
Si no le incomoda: regrese.

Hay tanto que escribir, que quizá no exista el verso
usted se lo llevó, completo...

El verso nuestro de cada día...

Enseguida me callo, Mario.
Ya cierro la boca y tapo la tinta en breve...

nada más quería que supiera
que sé
que a este mundo, hace cuatro años,
se le cayó un poeta...

que hace cuatro años a este mundo,
se le cayó un Mario,
el único Benedetti que tenía...


®2013, Andrés Castuera-Micher