Me estorba el pobre gritón y hambriento,
las vueltas en la esquina y el ciego,
no soporto los motores y tus labios,
lo que pasa es que no quiero oír sus gritos
ni beber su hambre,
ni doblar la calle
y no aguanto la escalera de piedad
y tu sonrisa.
A veces no camino
porqué hay rocas que mendigan
y los ruidos de los malos con zapatos que aplastan la miseria
y no se puede estar descalzo: el piso frío mata
y me canso de ser un tibio en las esquinas...
y tu sonrisa.
Mejor sería volar y no estorbar
y que descansen
de lo que he agotado las banquetas...
y tu sonrisa.
Así no nos oyen los ciegos,
no se ven los sordos
y los mendigos son gemas y no piedras
y tus labios no son sonrisas
aunque estorban
muy de vez en cuando
cuando no estás estorbando.
©2000, Andrés Castuera-Micher
Del poemario Torres y Laberintos incluído en mi libro "Tinta Derramada"
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Nuevamente me dejas en pausa mental, pensando, principalmente en las frases:"aunque estorban muy de vez en cuando cuando no estás estorbando."
ResponderEliminarDejas huella como siempre Andy, entiendo perfectamente cada línea y sentir que me envuelve en este mar ya no de incertidumbre, creo ya es de esperanza.
Muchas gracias por compartirlo <3: :-D